El recinto ferial acogió ayer el inicio del esperado concurso de murgas adultas del Carnaval que, en esta edición, supone el estreno de seis directores de grupos críticos, tal y como ya adelantó EL DÍA en su edición del domingo: Carlos Estévanez, de Los Trabas; Keyla Jerez, de Marchilongas; Carlos Casanova, de Desbokados; Miguel Díaz, de Caraduras; Adela Peña, de Burlonas, y Laura Sierra, Ni Muchas-Ni Pocas. Anoche, Carlos Estévanez (Santa Cruz de Tenerife, 1976) tuvo la oportunidad de estrenarse en la dirección, después de militar en Trabas desde 1999. Ya desde 1986 comenzó a ir al concurso de murgas adultas, cuando se celebraba en la plaza de toros.

¿Cuál es el estilo que define a Trabas?

Es una murga completa, que busca la crítica desde la ironía y el doble sentido. Hay muchas maneras de hacer humor, y la nuestra es buscar la sonrisa, ironizando mucho.

¿Trabas es una murga oscura?

No somos una murga oscura; tampoco de humor disparatado. Tenemos nuestra chispa. Pasa como en el cine, hay comedias disparatas, y otras no tanto... Intentamos letras bien argumentadas y no chabacanas. Defiendo el humor inteligente.

¿Qué le ha faltado a Trabas para no estar en más finales?

Llevamos 16 años, que con respecto a algunas pueden ser pocos, pero son unos añitos. Nuestra mejor época fue cuando estuvimos tres años en final (de 2002 a 2004). Luego se acabó ese ciclo y comenzamos de cero.

¿Cuál es el objetivo de Trabas?

Nuestro objetivo es competir por pasar a la final. Pasar es difícil, pero no por demérito nuestro, sino porque todas se están dejando los cuernos por pasar, y solo pasan ocho. Queremos estar en la cresta de la ola; llevamos desde 2004 sin pasar y ya se echa de menos.

Si Trabas hubiera tenido nombre de murga grande, ¿hubiera pasado en 2011?

Pasan las que tienen que pasar y ganan las que tienen que ganar, según el jurado. Si intentaras hacer una quiniela con todos los que han visto a las murgas, nadie va a decírtela igual. El año pasado le hubiera dado el primero a La Traviata; el segundo, a Mamelucos, y tercero, a Bambones.

¿El jurado pasa a una murga a final por su repertorio o para que suene su pasacalle en el estadio?

Incluye todo, aparte de lo que ponen las bases de forma estricta. El subconsciente del jurado también incluye, que puede ver la reacción del público; eso es un crédito que las murgas también se han ganado.

Entonces, ¿algunas murgas grandes pivotan en su nombre?

No creo que pivoten en el nombre. Son "intangibles" que no están escritos en un papel pero cuentan, como la imagen que dé, la seguridad... Soy antiteoría de la conspiración y sí soy muy autocrítico. Eso forma parte de un crédito ganado ya. Es como en el fútbol. Dicen que es más fácil pitarle un penalti al Madrid o al Barcelona que al Getafe o al Málaga... Será porque el Madrid o el Barcelona están más tiempo dentro del área y hay más posibilidades. Si un fracaso lo justificas con que siempre pasan las mismas murgas, no vas a crecer nunca. Hay que analizar lo que te faltó: conexión, imagen, seguridad...

¿Es partidario de mantener la final con ocho protagonistas?

Si, con las murgas que hay es un número razonable; somos 21. Permite que pueda haber una representatividad adecuada y también garantiza que la final no sea excesivamente larga. La final no es larga; el problema es que hay que buscar más calidad; si tienes una final con ocho murgas de calidad, no se va a aburrir nadie. Creo que sí es necesario hacer otros retoques, como volver a poner un límite de componentes.

¿Diría lo mismo si tuviera más componentes?

Lo defiendo ahora que somos 41 componentes y lo mantendría si fuéramos 60. Además, es un poco absurdo, porque técnicamente ninguna murga sube con más de 60 componentes aunque tenga 90, porque la estructura técnica no te lo permite. Hay 27 micrófonos, incluido el del director. Estaríamos todos en un concurso igual; ahora hay dos concursos y no se puede valorar igual lo que hay, sobre todo visualmente. Y no quiero decir que cuando hay más componentes se suene mejor; a una murga con 40 miembros se le entiende mejor que quien tiene el doble. Lograríamos un concurso más equilibrado.

¿Pero hay dos concursos en función del número de componentes por murga?

El número de componentes ha creado una brecha.

¿Cuantos más componentes tiene una murga, más posibilidades de premio?

Eso no es la razón definitiva, pero sí un argumento que influye. Estás partiendo el concurso en dos; aquellas que tienen 80 y el resto, sin decir que unas sean mejores que otras. Tú, hoy en día, antes de empezar la final, todo el mundo sabe dónde va a estar la pomada y antes era mucho más interesante. Eso no es causa-efecto, pero influye en que se parte el concurso cada vez más.

¿Es partidario de acumular la puntuación de la fase con la final?

Si lo que buscamos es premiar el repertorio más completo, eso sería lo más justo.

¿Este es el último año del estadio?

Ya vienen avisando de que se han intentado hacer una serie de mejoras y que si no mejora igual se rinden... Igual nos hemos equivocado y tenemos que ir a un sitio más pequeño. Las murgas, valiéndonos de la tecnología, hemos conseguido que la gente nos escuche menos. En los concursos de antes tenías que apretar un poco el oído, hoy le hemos metido tanta potencia que hemos conseguido hacer mucho ruido y barullo, y eso se relaciona con pasacalles y despedidas. Y la letra ha perdido importancia en la final.

Si Trabas no logra el pase a la final, ¿habrán fracasado?

Para Trabas será un fracaso si no competimos para estar en la final.

Un director

Lucas Mujica, de Triqui-Traques.

Una murga sin ser Trabas.

Para mí, murga es Traba.

¿Qué valora de Bambones?

Sus letras, son las más curradas.

Diablos Locos.

Son unos maestros en hacer unas actuaciones anárquicas.

Triqui-Traques.

El perfeccionismo. El énfasis que ponen al trabajo visual. Son los mejores haciendo eso.

Ni Pico-Ni Corto.

Su capacidad para, sin tener demasiado apoyo popular, estar ahí.

Trapaseros.

Es fuerza. La fuerza de la gente del Norte.

Triquikonas.

Una de las que más gratamente me tienen sorprendido. Siendo femenina, ha logrado una imagen firme, seguras, en bloque, trabajadas.

Trabas.

Superación y seguir mejorando y la seguridad en que seremos una murga competitiva.