El retroceso de la venta de automóviles, que cierra cada año con peores cifras que el anterior y se acerca a mínimos de la década de los 80, no afecta solo a importadores y concesionarios. Tiene efectos colaterales sobre otros agentes de la automoción. Los talleres sufren un incremento de la morosidad y la reticencia de sus clientes, que muchas veces se ven incapaces de pagar sus reparaciones o apuran al máximo la vida útil de las piezas de su vehículo. Tampoco le va mejor a los desguaces. La caída de las ventas de coches tiene el reverso de que se dan de baja también menos vehículos, a lo que se une que los recambios no están teniendo una mayor salida en el mercado. "Se piensa que así sucede, pero la realidad es distinta. La crisis ha dejado en el paro a quienes antes eran clientes", señala al respecto el presidente de la Asociación de Centros Autorizados de Reciclaje y Descontaminación de Santa Cruz de Tenerife (Ascardte), Pedro Hilario Pérez Campos.

Sobre el ritmo de bajas de vehículos, recalca que "han descendido igualmente, puesto que la gente no retira su coche viejo para comprar uno nuevo". Ello deriva en que el parque automovilístico envejece, como señalan reiteradamente los concesionarios. El titular de la patronal de desguaces coincide: "La crisis genera un mayor aprovechamiento de los vehículos antiguos, lo que ha provocado que España tenga ahora uno de los parques más viejos de Europa". Su discurso entronca con el de los importadores, que sitúan a Canarias como la autonomía con los coches -de media- más ajados y, por ello, menos seguros y más contaminantes del país.

Los desguaces españoles han hecho frente común con las asociaciones de fabricantes, importadores y concesionarios a nivel nacional para que el Gobierno ponga en marcha otro Plan Prever para la renovación del parque automovilístico, lo que, en consecuencia, reactivaría la entrega de coches usados.

Por otro lado, para paliar el creciente abandono de automóviles en los talleres de reparación, que Pérez reconoce "un problema", Ascardte acaba de firmar un convenio de colaboración con la patronal Femete. La primera se encargará de recoger, tratar y reciclar vehículos fuera de uso y abandonados en recintos privados. El presidente de Ascardte recuerda que, según la Ley de Seguridad Vial, "los propietarios o titulares de talleres, garajes, campas o solares podrán solicitar a la Administración que inicie los trámites para que aquellos vehículos que, como consecuencia de una avería o accidente, no hubieran sido retirados en un plazo de dos meses puedan ser tratados en un centro autorizado".

Actualización del servicio

La caída de actividad en los desguaces, que también obedece a que hay menor uso del vehículo -"si el coche no se saca, no se avería, y, además, la gasolina está a un euro (por litro)", resume Pérez- no ha requerido, sin embargo, ajustes drásticos en la estructura de las empresas del subsector. "Como apenas recogemos vehículos para darlos de baja, hemos tenido que aminorar nuestro flujo de trabajo, pero aprovechando este factor para mejorar el cumplimiento de la legislación que no es de aplicación", añade el titular de Ascardte, cargo que estrena este año.

Pérez añade que las siete empresas que integran la asociación reconocen "vitales" esas normas, que atañen a la calidad, la protección del medio ambiente, la seguridad y salud laboral y, en definitiva, la mejora continua del servicio. Se han asumido como valores. "Aprovechamos este momento de poco trabajo para actualizarnos y mejorar. Hemos tenido que cambiar casi de la noche al día, por lo que las administraciones, que ya nos están ayudando mucho, deben tener paciencia y darnos un margen razonable", reclama.

Estas mejoras, aparte de dar más garantías al usuario, cercan más el intrusismo que sigue sufriendo el subsector. "Todavía hay quien piensa que el tratamiento de un vehículo al final de su vida útil lo puede hacer en un garaje o en la huerta más cercana. No obstante -continúa Pérez Campos-, la población está cada día más sensibilizada con la protección del medio ambiente, y la horrible imagen de vehículos depositados en cualquier paraje natural está desapareciendo".