El Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma aprobó ayer dos ordenanzas municipales que regulan la utilización o ocupación de los estacionamientos de la ciudad, que se verán drásticamente reducidos con el comienzo en octubre de las obras de la playa de la avenida Marítima.

Uno de los acuerdos se refiere a los vehículos abandonados en la vía pública, que, según las cuentas municipales, superan el centenar. Las sanciones económicas que se estipulan para los infractores son muy duras, ya que las multas pueden alcanzar los 45.000 euros, al estar considerados como residuos contaminantes. La denuncia puede realizarla cualquier persona que se sienta perjudicada.

Como norma general, se entenderá que un vehículo está abandonado cuando permanezca estacionado durante más de un mes en el mismo lugar y presente desperfectos que hagan imposible su desplazamiento por sus propios medios o le falten las placas de matriculación.

En la normativa se advierte de que "es frecuente" el abandono por parte de sus dueños de automóviles en plena vía pública, una vez han dejado de serles útiles o han cumplido su ciclo de funcionamiento. Progresivamente, estos vehículos se van deteriorando a la intemperie, "provocando problemas de salubridad, peligrosidad e higiene en las calles, contaminando el paisaje urbano con un añadido impacto visual, absolutamente antiestético e inadecuado".

Coches de alquiler

Otra de las ordenanzas municipales aprobadas ayer tiene por objeto la prohibición de estacionar con carácter de permanencia vehículos destinados a la venta, alquiler o con fines publicitarios fuera de los establecimientos autorizados con la respectiva licencia municipal, evitando, sobre todo, que algunos rent a car ocupen una veintena de plazas cada mañana en el centro de la ciudad esperando a clientes.

Con esta normativa se quiere propiciar "la equitativa distribución de aparcamientos, así como establecer limitaciones horarias".