Los dos menores imputados por homicidio y robo con violencia por la muerte del ciudadano británico Peter H. Cockshutt en el municipio de Arona tenían antecedentes policiales y la Guardia Civil disponía del archivo de sus huellas dactilares, lo que facilitó su rápida detención y puesta a disposición de la Fiscalía.

En ambos casos, sus arrestos anteriores están relacionados con delitos contra la propiedad en vehículos y viviendas, según pudo saber EL DÍA de una de las fuentes consultadas.

Al adolescente uruguayo, de 16 años, le consta un único antecedente por un hurto.

Sin embargo, el perfil del menor de origen chileno, de 14 años, parece, en principio, más peligroso a ojos de las fuerzas de seguridad y la administración de Justicia.

Antes de que accediera a la casa de la víctima y supuestamente le propinara tres puñaladas que acabaron con su vida, al chico latinoamericano le constaban cinco antecedentes policiales.

Tres de sus detenciones anteriores se produjeron cuando tenía menos de 14 años, por lo que las diligencias sobre dichos asuntos quedaron archivadas.

Sin embargo, al menos un par de los delitos que se le atribuyen fueron perpetrados con más de 14 años por hurto y robo con fuerza.

Curiosamente, el próximo jueves, 18 de febrero, está previsto que se celebre un juicio por uno de esos delitos en el Palacio de Justicia de la capital tinerfeña.

La clave de que este homicidio se haya esclarecido de una manera tan rápida y contundente se halla en que los especialistas del Instituto Armado tenían "fichados" y disponían de las huellas dactilares de los dos imputados.

La resolución del homicidio ha puesto al descubierto que los investigadores de la Guardia Civil hicieron muy bien su trabajo desde el principio.

Sin duda, los miembros del Laboratorio de Criminalística y la Policía Judicial de Las Américas supieron realizar una eficaz inspección ocular y toma de huellas.

Pero el éxito se basó, sobre todo, en la labor llevada a cabo antes de que se cometiera el crimen, ya que en las detenciones anteriores de ambos adolescentes se les cogieron sus respectivas huellas, a pesar de que fueron presuntos autores de delitos considerados "menores".

El sistema ha funcionado bien esta vez, a pesar de que, con frecuencia, los miembros de las fuerzas de seguridad están desbordados por los casos delictivos protagonizados por menores.

Los dos acusados del homicidio y robo con violencia a Peter Cockshutt residían en el pueblo de Las Galletas, en la costa de Arona. Además, ambos estudiaban en el instituto de educación secundaria del barrio de La Estrella, que fue escenario del arresto del joven chileno, quien no opuso resistencia a la actuación de la Policía Judicial.

Tras pasar a disposición de la Fiscalía de Menores de la provincia a mediodía del pasado miércoles, los dos ingresaron en el centro de medidas judiciales de Valle Tabares a las 16:00 horas de ese mismo día.

Prueba genética

Desde entonces, apenas quedan algunos "flecos" de la investigación por resolver. Uno de ellos es el resultado del análisis de muestras de material genético (ADN) halladas en el interior de la casa donde apareció el cuerpo sin vida y que, debido a las características del propio proceso, tardará cierto tiempo en llegar a manos de la autoridad judicial.