La plaza de la Basílica de Candelaria, en la isla de Tenerife, será un lugar libre para la celebración de eventos y contará con una iluminación referencial, así como con un auditorio con ascensor, un riachuelo hasta la plaza, un edificio con mirador, aparcamientos y una red de senderos peatonales.

Así se desprende del proyecto ganador del concurso de ideas convocado por el Cabildo de Tenerife para la remodelación de la plaza de la Basílica y su entorno, que ha corrido a cargo de los arquitectos César Luis Larrea y Eustaquio Martínez. El jurado, reunido ayer por la tarde en el Palacio insular, ha optado por esta propuesta por "el interesante planteamiento que propone para la plaza".

Los arquitectos ganadores se encargarán de redactar el proyecto y, además, recibirán un premio de 12.000 euros. El segundo premio ha sido para el candelariero Juan de la Cruz Torres, al que le corresponderán 15.000 euros, cuyo proyecto fue el más votado en la consulta popular mientras que el tercer galardón ha correspondido a Manuel J. Feo Ojeda, que tendrá un premio de 10.000 euros.

Por otro lado, el proyecto ganador plantea el paseo de San Blas como una continuación de la plaza y dispone un museo etnográfico a mitad del recorrido como pieza de conexión entre la Basílica, el convento y San Blas.

El jurado, compuesto por 13 personas, está presidido por la consejera insular de Planificación, Pino de León, e integrado también por el alcalde de Candelaria, José Gumersindo García; el consejero insular de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, Efraín Medina; concejales del municipio; miembros del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias, del Colegio de Ingenieros Industriales y también dos representantes de la propia Basílica. Este jurado ha analizado y valorado exhaustivamente cada una de las 17 propuestas presentadas a concurso y también se ha contabilizado el voto popular como uno más del jurado.

El ámbito territorial de la actuación que se propone, que supondrá una inversión de más de 18 millones de euros, se extiende sobre una superficie de 46.600 metros cuadrados que abarca las tres áreas sobre las que se pretende actuar, es decir, la plaza y sus aledaños; San Blas, incluido el acceso a la cueva y a la ermita; y el barranco de Tapia.

La mejora de la plaza de la Patrona se realizará según un programa consensuado entre el Cabildo y el Ayuntamiento y se la dotará de aparcamientos subterráneos. Las bases del concurso incidían también en la recuperación el estado natural del barranco y su historia vinculada a la Virgen y en la creación de un espacio cultural integrado en la naturaleza con infraestructuras de ocio, gastronomía y talleres artesanos como oferta para los más de 2,5 millones de visitantes que anualmente recibe Candelaria.