Un centenar de activistas del movimiento 'Rebelión científica' formado por personas que pertenecen a la comunidad científica han arrojado pintura roja, biodegradable y que se quita con agua, esta mañana sobre las escaleras y las columnas de la entrada del Congreso de los Diputados. Protestan por “la inacción política frente a la crisis climática y ecológica”, cuyas consecuencias “son irreversibles y nos enfrentamos al mayor reto de la historia de la humanidad". Han asegurado que pasan a la acción porque, aunque lo han intentado por todos los medios, no se les escucha. Piden que sean los ciudadanos los que tomen las decisiones respecto a la crisis climática.