La Unión Europea (UE) destinará 9 millones de euros a dos proyectos científicos diseñados para supervisar la contaminación del mar, ha informado este jueves en un comunicado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Los dos proyectos, llamados ''Sea on a chip'' y ''Braavoo'' --financiados con 5,5 y 3,5 millones, respectivamente--, forman parte de la última convocatoria del VII Programa Marco de la UE, y cuentan con la participación de diversos centros y institutos de investigación que buscan una solución alternativa para supervisar la contaminación del mar, especialmente en las piscifactorías.

''Sea on a chip'', proyecto liderado por el profesor del CSIC Damià Barceló, desarrollará un sistema de control mediante una red de sensores miniaturizados que quedarán fijos en el perímetro de las piscifactorías.

"La intención es que los chips vayan encima de unas miniboyas. Cada una llevará un chip de 10 centímetros con su fuente de energía, reactivos necesarios para su análisis, y componentes electrónicos necesarios para la recepción y emisión de datos", ha detallado la gestora del proyecto e investigadora del CSIC, Marinella Farré.

Cada dispositivo estará dotado de biosensores para analizar un grupo de 6 ó 7 compuestos, desde toxinas naturales procedentes de floraciones naturales hasta contaminantes emergentes, como los polibromatos y antibióticos.

Este proyecto, coordinado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea) del CSIC, cuenta con la participación del Instituto de Química Avanzada de Catalunya (IQAC) y el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB), además de la participación de otros 17 socios de nueve países.

PROYECTO ''BRAAVOO''

Por otra parte, el proyecto ''Braavoo'' se dedicará a controlar la contaminación marina, con la construcción de un laboratorio flotante instalado en un catamarán dotado de energía por paneles solares.

Este sistema, controlado remotamente, contará con diferentes biosensores para detectar contaminantes del tipo diana, otros como el mercurio mediante células bacterianas, y el último evaluará los efectos globales producidos por la presencia de contaminantes y toxinas.

En ''Braavoo'' participan dos centros del CSIC, el Idaea y el Centro de Investigación en Nanotecnologia y Nanociencia (CIN2), y cuenta también con la colaboración de nueve socios de siete países.