El comportamiento "ejemplar" que afirma haber ofrecido en tiempos de crisis permite a la Universidad de La Laguna (ULL) sentirse cargada de razones para denunciar la "discriminación" a la que, a su juicio, ha sido sometida y la difícil situación en que la han dejado los recortes de las administraciones. El rector Eduardo Doménech volvió a poner voz ayer a estas demandas durante la apertura oficial del curso académico, en el que advirtió con contundencia: "Ya no podemos más. No tenemos de donde estirar más nuestro infradotado presupuesto".

"A pesar de los recortes debemos sentirnos orgullosos por nuestra capacidad de sacrificio inteligente para afrontarlos", defendió Doménech antes de detallar algunas de las acciones emprendidas por la institución: un plan de medidas de ajuste para contener el gasto, un nivel "casi cero" de reposición del profesorado que se jubila -que pone "al límite" la cobertura de la docencia de las titulaciones actuales e impide implantar nuevas- o la utilización de su superávit para finalizar de forma parcial la obra de Bellas Artes.

Si las restricciones financieras continúan, advirtió, la ULL no podrá cumplir sus funciones, sobre todo si se tiene en cuenta la "incertidumbre" acerca de los ingresos por matrícula a causa de la subida de las tasas y la reducción de las becas.

En este contexto, la ULL ha recibido como "una excelente noticia" el anuncio de que este curso no habrá nuevos ajustes en materia educativa y el mantenimiento de la política de becas.

Las informaciones que le ha trasladado Paulino Rivero hacen confiar a Doménech en que los presupuestos autonómicos consignen "al menos" el mismo presupuesto para la ULL que este año o "quizás un poquito más", dijo en declaraciones recogidas por Efe.

Lo que no ha hecho aún el Ejecutivo es "sentarse a dialogar" con las universidades públicas del Archipiélago para negociar su sistema de financiación.

En cuanto a las acusaciones de "discriminación", la ULL las sustenta en la negativa del Gobierno de cederle la escuela Aneja para ampliar las instalaciones de la Facultad de Educación, mientras que la Universidad de Las Palmas sí ha recibido un IES para acoger parte de los estudios de Humanidades.