La Refinería de Tenerife ha comenzado recientemente a producir biodiésel en sus instalaciones mediante el tratamiento de aceites vegetales usados (aceites de fritura), gracias a un proyecto que permite procesarlos en una de las unidades convencionales de la planta.

Gestores autorizados de las siete islas se encargan de recoger y almacenar los aceites vegetales usados para hacerlos llegar a la Refinería, que los adquiere a precio de mercado.

Los aceites vegetales usados son tratados en una de las unidades convencionales de procesos de la Refinería, donde son convertidos en biodiésel.

Según Salvador García, director de la Refinería, "con este proyecto, Cepsa contribuye a eliminar o, al menos, disminuir considerablemente el alto coste medioambiental que supone el traslado de estos residuos fuera de Canarias para su valorización".