El Gobierno venezolano envió ayer a Cuba al presunto terrorista salvadoreño Francisco Chávez Abarca y pidió a EEUU la entrega a la justicia venezolana de su "jefe", Luis Posada Carriles, quien está en libertad en ese país. El presidente de Venezuela dijo ayer que el presunto terrorista salvadoreño sería enviado a Cuba "porque lo reclama Interpol La Habana por el delito de terrorismo".

Los ministros venezolanos del Interior Tareck El Aissami, y de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, presenciaron en el aeropuerto caraqueño de Maiquetía cómo Francisco Chávez Abarca abordó el avión que lo trasladó a La Habana.

"En estricto apego a los tratados internacionales vamos a deportar a este ciudadano que fue capturado el 1 de julio en este aeropuerto. Es un sujeto de altísima peligrosidad sobre el que pesan dos órdenes de aprehensión por terrorismo", dijo El Aissami a la prensa.

"Tiene un prontuario extenso de hechos terroristas sangrientos, con asesinatos, desapariciones y hechos de violencia que dan cuenta de la conducta violenta que le caracteriza", añadió el titular del Interior.

El Aissami recordó que Chávez Abarca intento ingresar a Venezuela con una identidad falsa y pasaporte guatemalteco y que su objetivo era "cometer actos de terrorismo" con la complicidad interna de "sectores de la contrarrevolución fascista".

El ministro reveló que "la investigación no concluye con la deportación, porque sus declaraciones han aportado datos de interés sobre un grupo opositor irracional".

El canciller Maduro señaló, por su parte, que Chávez Abarca forma parte del grupo de "terroristas" que la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) "preparó y financió" para actuar principalmente en Centroamérica bajo el mando de Luis Posada Carriles.