El último sondeo hecho público por el CIS de Tezanos, el barómetro del mes de octubre, conocido el jueves, ha provocado una general rechifla de la oposición, y un condescendiente silencio de las empresas de demoscopia del país. El sondeo coloca al PSOE trece puntos por encima del PP, y a más de diez de distancia de Ciudadanos, partido al que da tres puntos más que al PP, convirtiéndolo en la segunda fuerza política del país. Los datos del CIS resultan bastante sorprendentes: son contradictorios con los que reflejaba el anterior barómetro del CIS de septiembre pasado, lo cual ya resulta muy chocante. El CIS mejoró los resultados del PSOE, a pesar de que los datos sobre estimación directa de voto -antes, pues, de ser sometidos a la cocina del centro- eran negativos: el PSOE había retrocedido tanto en votos como en simpatía (la otra estimación que se mide), y aún así mejoraron sus expectativas. En octubre, vuelven a mejorar las expectativas, pero esta vez el PSOE también mejora en voto directo y en simpatía. En los sondeos que guisa el sociólogo José Félix Tezanos, ex miembro de la ejecutiva del PSOE, hoy director del CIS, lo que está claro es que el PSOE siempre mejora sus expectativas.

Además, tampoco se parecen a los resultados que refleja la media de encuestas del país. El promedio de esas encuestas -El País realizó un estudio con más de 200 sondeos de una docena de empresas demoscópicas, atribuye al PSOE un 26,4 por ciento del voto, algo por delante del PP, con un 23,8. Ciudadanos queda por debajo del partido de Casado y suma el 20,3 por ciento, mientras Unidos Podemos y sus mareas y marejadas suman poco más del 17. La media de sondeos atribuye al PSOE una ventaja sobre el PP de dos puntos y medios, muy lejos de los trece puntos de ventaja al PSOE que nos cuenta Tezanos.

Los resultados que avanza el CIS parecen el reflejo de los sueños y aspiraciones de Sánchez: el PSOE sube, sube, sube (como el PIB de Patricia Hernández), el PP de Casado se estampa, Unidos Podemos se mantiene como cuarta fuerza política, lejos de poder disputarle al PSOE el espacio central de la izquierda y -por si a Iglesias le diera por asirocarse con Sánchez- Ciudadanos se convierte en una opción con la que se podría gobernar. En total, la izquierda española contaría con el 48,1 por ciento de los votos, frente al centroderecha, casi tres puntos por debajo. La opción de un acuerdo entre Sánchez y Rivera supondría contar con el respaldo del 52,6 por ciento de los votantes. Es tan cantoso el resultado, tan cercano a la propaganda, que el CIS ni siquiera se refiere a sus propias previsiones desde que Tezanos introdujo su cocina. Hasta ahora, las series históricas del CIS siempre habían sido conocidas como ''Estimación de voto CIS''. Desde el desembarco de Tezanos dejan de tener padre o madre conocida y se denominan ''Estimación de voto más simpatía''. No se firman con el nombre del CIS, como si el mejor equipo de trabajadores demoscópicos del país hubiera decidido negarse a firmar investigaciones en las que sus miembros no creen.