Coincidiendo con la llegada del mes de septiembre entra en vigor el Decreto 88/2018 por el que se aprueban las Instrucciones que regulan aspectos técnicos y reglas de seguridad para el mantenimiento y revisión de ascensores en la Comunidad Autónoma de Canarias. Con esta medida el Gobierno canario da un importante paso adelante para asegurar que los ascensores que no pasen la inspección periódica obligatoria sean paralizados de manera cautelar hasta no ser inspeccionados por un Organismo de Control (OC). Nos encontramos ante una medida que repercute positivamente en los ciudadanos ya que está destinada a velar por la seguridad de las personas. Desde FEDAOC aplaudimos todas aquellas iniciativas llevadas a cabo por la Administración que fomenten el cumplimiento, normalización y homogeneización de los protocolos de inspección y control, y que ayuden a mejorar la calidad de las inspecciones con competencia técnica acreditada, independencia e imparcialidad.

La normativa española ya establece la obligatoriedad de que los equipos de elevación se sometan a revisiones e inspecciones periódicas, no obstante, la iniciativa canaria fija mecanismos específicos para evitar que empresas, particulares y comunidades incumplan la obligación, como lamentablemente sucede en un ámbito -la seguridad de las personas- en el que nunca deberían existir excusas.

Como representantes de los Organismos de Control, nos sentimos profundamente satisfechos de la medida que ya han tomado varios gobiernos regionales, además del canario, y que ayuda a reforzar y homogeneizar el marco regulatorio actual y los requisitos en pro de la seguridad que se aplican en los equipos e instalaciones con riesgo para los ciudadanos, entre ellos los ascensores.

El modelo de nuestras ciudades actuales y la estructura de los edificios que las componen han convertido a los ascensores en métodos de transporte indispensables en nuestro día a día. Y sobre todo en España, que es el país con más ascensores por habitante del mundo, con más de un millón de aparatos instalados, según datos de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA).

Este parque tiene una antigüedad media de unos 20 años, y en muchos casos el estado de los mismos no es el más idóneo. Según el reglamento, deben pasar una revisión mensual por una empresa mantenedora, y una inspección periódica por OC, cada 2, 4 o 6 años, dependiendo del uso al que se destine el ascensor y el número de plantas. En este contexto se da una paradoja, y es que España, siendo el país de la Unión Europea que más ascensores tiene, es uno de los países de nuestro entorno que más tiempo deja pasar entre inspecciones periódicas. Esta laxitud frente a las obligaciones y responsabilidades para con la seguridad acaba traduciéndose, lamentablemente, en el aumento de incidentes y accidentes.

En España no estamos lo suficientemente concienciados en torno a la seguridad y solo nos acordamos de ella cuando se producen accidentes o fallecimientos. Falta mucha educación y cultura de la seguridad, que se traslade e impregne a los ciudadanos, a las empresas y a otros organismos. Tendemos a contratar al OC que nos entregue el servicio más barato, sin valorar otros aspectos muy importantes como son la calidad, la competencia técnica y la confianza del servicio. Pasamos la ITV a nuestro coche para evitar que nos multe la policía competente, no porque estemos concienciados de que debemos verificar el estado de seguridad de nuestro vehículo, en el que viajamos con toda la familia.

Debemos recordar que no hay nada más importante que preservar la vida de las personas. La seguridad no puede estar en juego por la dejadez y falta de compromiso de todos los actores que velamos por la seguridad industrial, incluidos los ciudadanos.

* Presidente de la Fedaoc (Federación Española de Asociaciones

de Organismos de Control)