Cada vez que reímos a carcajadas se activan entre 100 y 400 músculos. Desde la antigüedad se sabe que la risa y el buen humor son buenos para nuestra salud, proporciona beneficios a nivel psicológico, libera estrés y alivia la depresión, incrementando la autoestima y la confianza en sí mismo. La terapéutica de la risa o risoterapia, si bien no puede ser considerada como terapia porque no cura enfermedades, ayuda a conseguir resultados positivos a favor de la cura de las afecciones físicas o mentales.

"Reírse ayuda al autodescubrimiento, a la conexión con nosotros mismos y, sobre todo, a conectar con el niño interior que llevamos dentro". Así lo explica la presidenta de la asociación Recreando Alegría, Rosana León, que imparte en los meses de junio y julio talleres gratuitos de risoterapia en el Centro de Información Juvenil, del Área de Juventud del Cabildo de Tenerife.

Las técnicas que se utilizan para trabajar esta terapia van desde funciones básicas como aprender a respirar y a relajarse, hasta juegos tan dispares como hablar con la lengua fuera o comunicarse en un idioma inventado. Rosana León asegura que estas técnicas para evadirnos del estrés del día a día son válidas para cualquier tipo de persona, a pesar de la vergüenza que puedan sentir algunas a la hora de soltar una carcajada: "A quien le cueste reírse, puede empezar con una sonrisa y, a partir de ahí, todo mejora".