Los llaman "los dioses de Europa" cada vez que llegan a una aldea nepalí cargados de gofio. Los miembros de la organización canaria Cooperación Internacional Dona Vida quieren poner su granito de arena en la erradicación de la desnutrición en este país asiático y hace unas semanas volvieron a viajar a Nepal, país con el que están especialmente comprometidos, para poner en marcha un proyecto en el que el gofio es el alimento por excelencia.

"Estamos concienciando de la importancia del gofio para dar una mejor calidad de vida a tantas personas que sufren la desnutrición y salvar vidas", resume uno de sus integrantes, Rafael Lutzardo, periodista y cooperante voluntario, que se encuentra estos días en la región. "El trabajo es muy duro, sobre todo en las aldeas rurales de Nepal". Esta labor sería imposible sin el compromiso del voluntariado. El equipo también está formado por la enfermera Ana Rojas y el presidente de la entidad, Germán Domínguez Naranjo.

El proyecto, que se denomina "Entre 2 Culturas, Gofio Canario", se centra especialmente en aldeas afectadas por las inundaciones de los monzones y donde aún se sufren las secuelas de los graves terremotos de 2015. Además de ir repartiendo este alimento -siempre con "la bandera canaria" -, la organización tiene previsto inaugurar próximamente un molino de gofio en la aldea rural de Pindkhola.