Los habitantes de La Graciosa vivieron ayer una singular experiencia con la llegada de la Banda Sinfónica de Tenerife, la formación musical más amplia que ha ofrecido un concierto en esta pequeña isla a lo largo de su historia.

Tras actuar la noche del sábado en el impresionante escenario de los Jameos del Agua, en Lanzarote, los cerca de 50 músicos que integran la banda tinerfeña se desplazaron en la mañana de ayer a la Caleta de Sebo para ofrecer el segundo de los cuatro conciertos programados en el 33 Festival de Música de Canarias. Una travesía que además requirió una barcaza suplementaria para el traslado de los numerosos instrumentos de la banda.

En una carpa situada en el mismo muelle de la Isla y bajo la dirección de Felipe Neri Gil, la Banda Sinfónica de Tenerife interpretó piezas de culto como las Danzas Guerreras de "El príncipe Igor", de Borodin; la famosa Obertura de "Guillermo Tell", de Rossini, y la "Rapsodia Eslava" de Friedeman, así como el poema sinfónico "Un viaje al pico del Teide", de G. Fritze. El concierto contó con la asistencia de la consejera de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno, Mariate Lorenzo, y del coordinador del 33FIMC, Nino Díaz, así como de un nutrido grupo de vecinos y de turistas que pasan estos días sus vacaciones en la Isla.

La formación continuará su recorrido en Fuerteventura, donde actuarán hoy, a las 20:30 horas, en el escenario del Palacio de Formación y Congresos, y en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria mañana, a la misma hora, cada uno con repertorios diferentes.