En la estela del acuerdo firmado por Ciudadanos con el PP, que no se presenta como un pacto político de legislatura, sino como un acuerdo para la investidura y puede quedar derogado si la investidura finalmente no prospera, Coalición formaliza hoy en el Congreso el apoyo de su solitaria diputada -Ana Oramas- también únicamente a la investidura de Rajoy, sin comprometer necesariamente su apoyo al Gobierno más allá de la investidura. Una investidura que no saldrá, al menos en su primera ronda. Pero eso es otra historia.

El secretario general de Coalición, José Miguel Barragán, ha informado de que el apoyo legislativo al Gobierno se hará negociando ley por ley, en función de la sensibilidad presupuestaria que el Gobierno demuestre con las islas, aunque ya ha añadido que él considera que, de momento, se han incorporado las preocupaciones de la "agenda canaria" al programa negociado con Ciudadanos. Lo cierto es que en ese programa, la única mención que aparece a las islas -el punto 123 de los pactos- es una mención al apoyo del PP y de Ciudadanos al REF, en el contexto de los mecanismos de financiación de las autonomías. Lejos estamos de aquellas veleidades de tropa, cuando en Ciudadanos se consideraba el REF como un privilegio de las islas frente al resto de las regiones españolas. Y ese cambio es bueno. Pero siendo bueno, no parece que sea el único asunto de la agenda canaria que deba incorporarse al programa, y la redacción del mismo es además confusa. ¿Forman parte los recursos que aporta el REF de la financiación general de las Comunidades Autónomas? ¿O están al margen de la financiación general? Parece un asunto de detalle, puro melindre, pero no lo es en absoluto: si el REF suma como parte de la financiación que nos toca... ¿Dónde queda su función de compensar las singularidades y dificultades de un territorio alejado y fragmentado y de una sociedad con graves problemas de desarrollo? Bien haría el señor Barragán en no tirar las campanas al vuelo, porque la clave de la financiación canaria es precisamente que el REF no forme parte de lo que nos toca, como todos, sino sea el instrumento que compensa las diferencias...

Pero tampoco es cuestión de volverse locos ahora con los papeles: este es un acuerdo de investidura, no de legislatura. El apoyo a la investidura se produjo durante una conversación telefónica del presidente Clavijo y María Dolores de Cospedal. Se trata, por tanto, de un acuerdo político y no programático, como fue un acuerdo político y no programático al que -también Clavijo, en un encuentro con Pedro Sánchez- cerró con el PSOE. Clavijo ejerce al mismo tiempo de presidente del Gobierno y de presidente innominado de Coalición Canaria, pero no parece que nadie de los suyos le discuta esa prerrogativa, que tiene sus ventajas y sus peligros.

Pero la cosa es que no hay aún un pacto de Gobierno, sino un acuerdo para permitir que haya Gobierno, sobre la base de esos 150 puntos de programa que Ciudadanos armó con especial cuidado para que cien de ellos estén calcados de los que firmó con el PSOE. ¿Lo hizo Albert Rivera para facilitar un acercamiento del PSOE a la abstención? Sin duda. Pero hay otra interpretación, no contradictoria con la anterior: al reproducir cien de los acuerdos con el PSOE -y hacerlo literalmente- en el programa con el PP, Rivera proyecta su influencia como interlocutor, y pone en valor sus propias ideas. Rivera está obligado a jugar un rol vicario, como Oramas. Pero contar con 32 diputados no da el mismo juego que andar sola por el Congreso.