Dijo Albert Einstein una vez que si las abejas se extinguieran, la humanidad correría la misma suerte tan solo cuatro años después debido al papel clave que estos insectos juegan en la polinización de las plantas, pero, a juzgar por las imágenes que nos envía María Milagros Delgado Hernández, parece que hay motivos para la esperanza.

Ella misma explica que nada menos que nueve panales extrajeron recientemente unos apiculores de una vivienda de La Orotava. La casa en la que se instalaron estos pequeños "okupas", concretamente en la avenida Obispo Benítez de Lugo, es una antigua vivienda en una segunda planta. El propietario, que falleció hace poco, no se percató de la presencia del enjambre debido a que este se encontraba oculto en un falso techo, por lo que lo único que percibía eran algunas abejas volando alrededor del pequeño ventanal del cuarto de baño. Fueron los vecinos quienes, ante el gran número de estos insectos, dieron el aviso.

Los apicultores de la familia Carballo, que llevan muchos años dedicados al fascinante mundo de las abejas, acudieron junto a la Policía Local de La Orotava. Después de equiparse correctamente, hicieron un agujero en el falso techo para poder extraer el enjambre. Con mucho cuidado, para no causar daño a las abejas ni a sus crías, fueron sacando uno a uno los panales, un total de 9, y fueron colocándolos en las cajas especiales.

Una vez ubicada la reina dentro de la caja, solo quedaba esperar por que el enjambre siguiera a su líder hasta allí.

La familia Carballo se ha encontrado con enjambres en lugares insólitos, tales como barbacoas, cómodas, en casas de madera y tejados... donde la reina de la colmena decide establecer su hogar.