Sin ser de gran magnitud, pues el mayor ha sido de 2,5, el entorno de Tenerife y la propia isla en sí han registrado estos últimos días un pequeño enjambre de movimientos sísmicos.

El último, según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), fue detectado ayer, sobre las 00:16 horas, en la costa norte de Tenerife, a 21 kilómetros de profundidad y con una magnitud de 1,5. Un día antes, es decir, el día de año nuevo, se había registrado otro, de magnitud 1,6, también en el mar y a 33 kilómetros de profundidad.

En tierra, el último detectado se produjo el pasado 31 de diciembre en Vilaflor, con una magnitud de 1,5 y a 13 kilómetros de profundidad.