La de Ana Albelo es una de esas historias de superación, lucha y perseverancia que debe servir de ejemplo para todas aquellas personas a las que la vida les pone obstáculos en el camino. Hace nueve años, sufrió un ictus con el que olvidó hablar, escribir o manejar un ordenador, su herramienta de trabajo como administrativa. Después de casi una década de aprendizaje y de insistencia para recuperar la normalidad, disfruta de un nuevo puesto de trabajo que ha logrado gracias a su participación en uno de los proyectos de empleo que desarrolla la Fundación Insular para la Formación, el Empleo y el Desarrollo Empresarial (Fifede), una entidad dependiente del Cabildo de Tenerife.

Cuando tenía 37 años, un trabajo como administrativa y una hija adolescente -que ahora está a un año de completar su titulación universitaria-, un ictus apareció en su vida repentinamente. De golpe, ya no recordaba cómo realizar acciones del día a día, como simplemente cepillarse los dientes. Sin embargo, nunca se rindió y siempre luchó por recuperarse. Volver a aprender todas estas acciones le llevó cinco años. "Fui mejorando muy poco a poco. Ahora aprendo un poco más despacio y debo ser muy constante, ya que cuando dejo de hacer algo durante varias semanas tengo que volver a aprender", relata Ana Albelo, quien perdió su puesto de trabajo como consecuencia de la enfermedad.

Una vez volvió a aprender a realizar la mayoría de las acciones rutinarias, fundamentalmente gracias al apoyo de su familia y a su perseverancia por salir adelante, decidió que quería volver a trabajar. Una de sus motivaciones principales eran los comentarios de algunas personas que le aseguraban que nunca volvería a trabajar como administrativa, "que no valía la pena intentarlo". En su camino hacía un puesto de trabajo llegó a la Lanzadera de Empleo, un proyecto impulsado en la Isla por el Cabildo de Tenerife, que se desarrolla junto a la Fundación Santa María la Real y la Fundación Telefónica, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo.

"La Lanzadera me ayudó muchísimo. Necesitaba un empuje y este proyecto me supuso un empuje importante y un subidón de adrenalina", recordó Ana Albelo. "Pensaba que era otro curso más y que iba a ser una pérdida de tiempo, pero me llevé una sorpresa. Me aportó mucha confianza, porque me encontraba un poco perdida, y no sabía lo que hacer ni cómo enfrentarme a una entrevista de trabajo", reconoce. "Un día me llamaron para una entrevista y conseguí el empleo. No me lo creía porque había muchos candidatos y me habían escogido a mí entre todos ellos", relata sobre la consecución de un puesto de trabajo en el área de administración en la empresa Clece.