La presidenta de la Asociación de Cereales de Tenerife (Acete), Nieves González, ha mostrado a EL DÍA su malestar y asombro por la respuesta del Cabildo de Tenerife ante la pérdida del 70% de la cosecha de trigo de la Isla -unos 40.000 kilos menos que en 2016-, "después de que el área insular de Medio Ambiente impidiera la recolección en agosto debido a las restricciones impuestas en los días de calor". Desde Acete consideran que el Cabildo "trata de dejar la pelota en el tejado de los técnicos": "Al decir que autorizar el trabajo de la cosechadora de trigo en esos días hubiera sido una imprudencia temeraria, obvian que en las propias resoluciones de Medio Ambiente se abría la puerta a autorizaciones excepcionales por necesidades urgentes, como era el caso de la recogida del trigo en Icod el Alto". Acete insiste en que el Cabildo sí pudo autorizar la recogida sin cometer ninguna imprudencia temeraria.

Uno de los párrafos de las resoluciones de Medio Ambiente sobre las restricciones por altas temperaturas dice literalmente: "Quedan prohibidos los trabajos con máquinas o herramientas que puedan proyectar chispas o elementos incandescentes: motodesbrozadoras, equipos de soldadura, radiales de corte, etc. De manera excepcional se podrá realizar este tipo de actividad por necesidades urgentes y con la adecuada tutela con equipos de extinción".

Acete y el Ayuntamiento de Los Realejos han recordado que en varias ocasiones durante el mes de agosto plantearon a Medio Ambiente la aplicación de este párrafo para evitar cuantiosas pérdidas en la limitada cosecha de cereal de Tenerife, "que se realiza con variedades locales únicas en el mundo". Sin embargo, desde el Cabildo no se consideró pertinente permitir el uso de la cosechadora en Icod el Alto, ni siquiera con la presencia de bomberos voluntarios y en fincas alejadas del monte.

"Se habla de criterios técnicos, pero ningún técnico se acercó a Icod el Alto esos días, en los que incluso se registraron jornadas con bruma y temperatura entre 22 y 24 grados. Estábamos de acuerdo en parar en días de máxima alerta, pero no durante 22 días en plena cosecha", señala.

A juicio de Acete, "se tomaron decisiones a escala insular sin tener en cuenta la existencia de microclimas en Tenerife".

Acete pone en duda que existiera coordinación entre las áreas de Medio Ambiente y Agricultura, y señala que en esos días en los que no se permitió recoger el trigo con una maquinaria moderna y segura, "sí se permitió trabajar a cuadrillas con desbrozadoras, asfaltar o cortar pinos".

En 2016 se recolectaron 58.858 kilos de trigo en Tenerife y este año apenas 19.000, según los cálculos realizados por Acete. Según explicó González, "nos faltó una semana para recoger los 40.000 kilos perdidos".