"La sesión plenaria fue un ejemplo de la actitud irrespetuosa e impropia de un responsable político", aseguran los portavoces municipales del CCN y del PP, Valentín González y María José Tacoronte, respectivamente. La finalización del pleno "impidiendo que concluyera con la formulación de todos los ruegos y preguntas" y la "negativa rotunda" de un concejal a contestar preguntas indicando "que él no está para eso" son argumentos que les llevan a hablar de comportamiento antidemocráticos y de falta de respeto.

CCN y PP insisten en que en el gobierno unos mantienen "un comportamiento obstruccionista, opaco e impidiendo el debate político y la trasparencia en la gestión municipal", mientras que otros, "con su silencio cómplice, otorgan el peaje necesario por participar de forma antinatural en un pacto llamado de cascada".

Desde el gobierno municipal se aseguró que respondieron por escrito "todas y cada una de las preguntas que la oposición había presentado, tanto las correspondientes al pleno anterior como las que se tramitaron 48 horas antes de la celebración de este". En total fueron "38 preguntas respondidas con sus subapartados".

Respecto a las que fueron formuladas durante la sesión plenaria sin estar registradas con anterioridad, el gobierno local acude a la legislación vigente e indica que "no es obligatorio contestarlas hasta el siguiente, puesto que en ese momento se carece de muchos de los datos que solicitan al no disponer del expediente".