El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, afirmó ayer que espera que las obras de ampliación de la estación depuradora (EDAR) de Buenos Aires comiencen en 2018, una vez superado el trámite que restaba: la declaración de impacto ambiental. Los trabajos los afrontará el Gobierno de España y supondrán una inversión superior a los 30 millones de euros.

El Boletín Oficial de Estado (BOE) publicó ayer el citado documento, que concluye que la remodelación y ampliación de la EDAR "no producirá" impactos adversos significativos, "siempre y cuando se realice en las condiciones señaladas en la resolución".

Bermúdez remarcó que confía en que el Ejecutivo central declare ahora de "urgencia" la licitación de las obras, de tal forma que el procedimiento se inicie el próximo mes de junio para que los trabajos puedan estar adjudicados antes de que finalice este año.

El regidor recordó al respecto que la directora general de Aguas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Liana Ardiles, le comunicó el pasado 20 de abril que una vez que se publicara el informe de impacto se sacarían a concurso las obras de ampliación de la EDAR, que da servicio también a La Laguna y El Rosario.

"Para el Gobierno central es una prioridad esta obra, que puede prolongarse durante unos dos años, y lo importante es que se pone ya en marcha el camino de la solución después de tantos años esperando", precisó.

En esta línea, Bermúdez subrayó que "en el informe de impacto ambiental queda claro que la citada obra es posible y absolutamente necesaria e imprescindible", valoró el alcalde, quien remarcó que con la nueva infraestructura se eliminarán los vertidos en las costas de la capital.

"Con la ampliación, la depuradora tendrá la capacidad necesaria para depurar también las aguas de los tres municipios, lo que actualmente no es posible, además de eliminar los malos olores y los mosquitos que sufren, sobre todo, los vecinos de Chamberí", destacó.

Bermúdez recordó que la depuradora "nació corta" desde su inauguración en la década de los 70 del pasado siglo, una infraestructura que impulsó el Ejecutivo central con informes del Consejo Insular de Aguas de la época que advertían de que la instalación no tenía en cuenta el crecimiento de población ni la calidad de los lodos, que en Canarias son diferentes a los de la Península.

Respecto a la financiación de la ampliación, el alcalde sostuvo que la directora general de Aguas aseguró en su encuentro que no "va a haber problemas" presupuestarios porque para este año hay consignada una partida y se ha incluido la obra en un plan estatal que vincula las diferentes actuaciones. "Y eso implica que lo que se deje de ejecutar en una obra en otra región se puede utilizar en la depuradora de la capital tinerfeña", puntualizó.

"Para el Ejecutivo la prioridad en este plan es la ampliación de la depuradora de Santa Cruz, con lo que los recursos van a estar en plazo", aseguró Bermúdez, quien avanzó que una vez finalizada la reforma el Cabildo de Tenerife se hará cargo de la gestión de la EDAR, "pues no parece lógico que una instalación que presta un servicio supramunicipal a tres ayuntamientos sea gestionada solo por el de Santa Cruz".

El alcalde indicó que la previsión es que la instalación cubra, una vez ampliada, las necesidades para los próximos años con un crecimiento de población "normal" en el área metropolitana.

Entre los detalles de los trabajos que se van a realizar y que recoge la declaración de impacto figura el horario y la generación de residuos. Así, no se utilizará maquinaria ruidosa entre las 22:00 y las 8:00 horas, y los restos que genere el desmontaje se depositarán en un vertedero autorizado.

José Manuel Bermúdez

alcalde de Santa Cruz

Actuaciones planteadas

Las actuaciones previstas afectan también a la EBAR de Cabo Llanos, en la que se creará una nueva línea de agua. Las aguas procedentes de la zona alta de la ciudad se recogerán en un nuevo edificio de pretratamiento, que constará de dos pozos de gruesos y canales de desbaste. Las de la parte baja continuarán accediendo a la planta por el antiguo pozo. Además, se dividirá en dos el actual vaso de aspiración de 500 metros cúbicos. En la EDAR, en cambio, se sustituirán las cuatro bombas existentes y la impulsión dentro del edificio. También se instalará un tratamiento MBR, que permita aumentar la capacidad de procesado, y se mejorará el pretratamiento, entre otras cuestiones.