Ayer comenzó la reparación de daños en los puntos más afectados del Sur de la isla. La solución al problema de la inundación de la plaza del Llano, en Alcalá, sigue siendo una incógnita. El ayuntamiento, junto a otras administraciones, ha hecho obras para desviar las aguas pluviales en la trasera de La Muralla y en Méndez. Pero aún no son suficientes.

El alcalde, Pedro Martín, explica que en dicho punto se concentran aguas pluviales, de escorrentía de calles próximas y aguas residuales. Y, como la plaza está más baja que la playa, aunque dichos caudales se evacuen hacia el mar, las olas vuelven a introducirla en la plaza. Martín señala que aún falta por hacer una última obra, que desviaría el agua de La Cumbrita y de la carretera insular hacia la costa de Méndez. Pero no está claro que dicha actuación resuelva el problema. Y se estudia otra intervención más. Ayer se limpió el barranco que llega a Playa San Juan y se retiraron 4.000 toneladas de escombros. La corporación arregla dos roturas de tuberías de abastecimiento de agua a Chirche y Alcalá. Los vecinos no se quedaron sin suministro, pues se recurrió a sendos depósitos, uno cerca de Chirche y otro en Cueva del Polvo. Hubo que actuar en varias comunidades de propietarios. El edil de Servicios de Adeje, Gonzalo Delgado, dijo que las aguas de los barrancos dejaron sin arena a parte de la playa de Torviscas y la de Fañabé, además de llenarlas de piedras. El paseo que une La Enramada y El Beril quedó inutilizado, pero ayer se limpió para poder usarlo de nuevo.