La Policía Local de la capital tinerfeña comenzará a practicar desde hoy la prueba de detección del consumo de sustancias estupefacientes entre los conductores. Los agentes cuentan ya con todos los elementos técnicos y el estreno coincidirá con una nueva campaña de la DGT. Si la prueba es positiva o el conductor se niega habrá sanciones con multa de 1.000 euros y pérdida de seis puntos.