La activista de SaharAcciones Carmen Roger, con la cara hinchada por la agresión sufrida en El Aaiún el sábado tras manifestarse con otros compañeros por la libertad del Sahara, relató hoy que era en el grupo la que llevaba la bandera saharaui: "Probablemente la bandera encendió el odio y fueron contra mí".

A su llegada al aeropuerto Tenerife Norte con los otros trece activistas con los que estuvo en el Sahara, Carmen Roger explicó que fueron atacados por policías de paisano en la acera de una calle de El Aaiún, en donde realizaron una concentración pacífica que consistió en mostrar camisetas alusivas a la causa saharaui, una pancarta y una bandera.

En el grupo estaban once de los catorce activistas. Los otros tres no pudieron llegar porque fueron retenidos en un control, desde donde fueron llevados a la Casa de España y allí permanecieron hasta su salida del Sahara el domingo por la noche.

Los manifestantes, que trataron de mantenerse juntos en todo momento, recibieron puñetazos y patadas al caer al suelo. "Eran golpes estudiados, sabían donde daban".

De repente, "quien dirigía a quienes nos castigaban, en un momento se convirtió en el jefe de la Policía que nos salvaba de aquellos salvajes".

Los agresores "eran policías disfrazados de paisano, lo sabemos porque luego los vimos en comisaría, no es que nadie nos lo contara", dijo la activista. En la comisaría "no había nadie que tuviera un uniforme, todos iban de paisano".

A la comisaría llegaron hacia las 19.30 horas y a partir de la 01.00 horas del domingo los fueron soltando de dos en dos y trasladándolos a la Casa de España.

"A mí, que era la que peor estaba, me soltaron la última. Salí a las tres de la mañana. Antes, me llevaron al hospital porque pedí asistencia médica", relata Carmen Roger.

La médica dijo que no tenía ninguna cosa grave y le prescribió un colirio y un tratamiento para bajar la inflamación, pero los policías se quedaron con la receta y no le facilitaron los medicamentos.

El domingo Carmen Roger pudo visitar un médico privado que pagó ella y que le confirmó que no tenía nada grave.

Ese mismo día trataron de poner una denuncia en la Misión de la ONU para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso), pero no les fue aceptada, de modo que a su llegada a Tenerife anunciaron que denunciarán los hechos en un Juzgado.