El escultor canario Martín Chirino expone hasta el 2 de febrero de 2014 quince de sus obras más representativas -cinco de ellas nunca exhibidas- en una retrospectiva organizada a modo de reconocimiento en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E).

El artista, de 88 años, explicó en la inauguración que toda su obra gira en torno a la espiral, que representa el viento, pues éste se mueve en espiral. "He sido un escultor de una sola espiral y de una sola escultura", sintetizó.

En relación con la muestra, concretó que incluye "piezas muy representativas" de su quehacer, no en vano a través de ellas se puede leer y comprender su vida. "Yo no puedo hacer otra cosa. La obra es absolutamente sincera y abrumadoramente real: soy yo", afirmó.

El artista recordó los años como miembro del grupo El Paso, un grupo de jóvenes artistas que rompieron con el arte oficial del franquismo y decidieron abrirse a las corrientes internacionales, formando un frente cultural junto con Saura, Canogar, Feito, Millares, Ayllón, Juan Francés, Serrano, Suárez y Rivera.

Martín Chirino aseguró que esa generación trató de abrirse al mundo y a lo contemporáneo en medio de momentos "muy duros" de represión franquista, y subrayó que aquella generación tenía como "verdad intocable" la máxima de Leornardo "nulla dies sine linea" (ni un día sin una línea) para remarcar la importancia de trabajar todos los días.

Por otro lado, el escultor confesó que hace años el Rey le encargó una espiral, que debido al espesor del hierro y por la densidad de la obra tuvieron que encargar a un forjador rumano -país con gran tradición de forjadores- porque en Madrid "no lo hacían en ningún taller". Finalmente la obra fue entregada al monarca, quien la tiene colocada "en la ventana de su estudio".

Tras esta exposición -llamada "Martín Chirino. Obras para una colección"-, las quince piezas reunidas irán a parar a la Fundación Martín Chirino, cuya apertura está prevista para el próximo año en el Castillo de la Luz de Las Palmas de Gran Canaria.

Como complemento a la muestra, el Círculo de Bellas Artes ha editado un completo catálogo que incluye toda la obra expuesta junto con textos de destacados especialistas en la materia como Antonio Bonet Correa, Antonio Fernández Alba, Fernando Castro Flórez y Serge Fauchereau.

Además, el Cine Estudio del Círculo proyecta "Martín Chirino, el escultor del hierro", un documental que captura la trayectoria vital del artista, quien entre 1982 y 1992 ocupó la presidencia de la institución que ahora acoge su obra, encabezando su movimiento de refundación.

Premio Nacional de Artes Plásticas en 1980, Martín Chirino es el artífice de una prestigiosa obra figurativa que se exhibe en los más importantes foros del mundo, como el Metropolitan Museum Art y el Guggenheim de Nueva York, así como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid o el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.

Nacido en 1925 en Las Palmas, Chrino está considerado uno de los escultores españoles más sobresalientes de las últimas décadas.

Su coherente ideario artístico discurre paralelo a unos principios inquebrantables, sostenidos a lo largo del tiempo. "No puede ser que el dinero sea el fundamento de una civilización", afirmó este año en una entrevista concedida a Concha Tejedor el que ha sido considerado el "herrero fabulador" de las espirales y el viento, que ha logrado "dibujar en el aire" ligeras y misteriosas formas aladas con el pesado hierro forjado.

"Afortunadamente -reconoció entonces Chirino- soy de los pocos artistas, yo diría hombres viejos, que todavía tienen vigor para estar en la dureza de este trabajo. Tengo ayuda, claro: a Rafael Monagas, que es quien sigue en la fragua conmigo".

Esculturas dúctiles, apetecibles y ligeras

El comisario de la exposición junto al propio artista, Jesús Castaño, adujo en el pórtico de la exposición abierta la pasada semana que lo llamativo del "forjador por excelencia" es cómo consigue hacer a partir del hierro esculturas tan "dúctiles", es decir, "cómo transforma esa materia en algo ligero y apetecible". "Martín Chirino es un capítulo de la historia del arte, aún vivo", afirmó. Por su parte, el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Antonio Bonet Correa, explica en el catálogo de la exposición que las obras de Chirino son abstractas y a la vez figurativas y destacan por la "fuerza expresiva de las formas, su total desafío a las leyes de la gravedad y la sublimación de sus emblemáticos signos plásticos". Asimismo, resalta la "austera violencia del trabajo del hierro y la integridad personal de un artista fiel a los principios de la rectitud ética y el progreso social". La espiral, añade Bonet, "simboliza la energía concentrada, la capacidad dinámica a punto de desencadenarse, el desenvolvimiento espontáneo hacia un fin, los ciclos naturales".