Toda novedad tecnológica conlleva cambios en la sociedad. La incorporación de la sociedad digital a nuestra vida cotidiana ha permitido que la humanidad conectada forme parte de una gran aldea global en la que los países se llaman Facebook, Google o Twitter. Al mismo tiempo ha generado nuevos problemas ya que no siempre se sabe valorar que repercusión puede tener utilizar este nuevo ámbito de socialización. Rupturas, divorcios, despidos, arrestos y problemas académicos saltean las noticias relacionadas con las redes sociales por no tener en cuenta que en el trabajo, la pareja o un profesor también pueden consultar lo que se publica en las redes sociales.

Estos problemas pueden sufrirlos hasta las personas más expertas. Por mucho conocimiento o dinero que se tenga, después de que se produzcan no hay forma de deshacer la pérdida de privacidad. Randi Zuckerberg, ex directora de marketing de Facebook, y hermana de su fundador, Mark Zuckerberg, colocó en su muro una imagen con su familia probando una novedad de la red social pensando que solo podían verla sus amigos. Sin embargo, también pudo verla una seguidora de las novedades de su perfil y amiga de otra hermana. Fue copiada y publicada en Twitter ante el enojo de Randi que pedía "decoro humano" y se quejaba de la política de privacidad de la red social. La imagen fue consultada por decenas de miles de personas en primera instancia. En pocos minutos fue publicada en medios digitales y millones de personas pudieron ver la imagen de sorpresa de la familia Zuckerberg alrededor de un centro de cocina, preparando una comida con puerros. Una fotografía que aunque fue borrada por quién la compartió en Twitter ya forma parte de la historia de los problemas de privacidad en internet.

Navegar en internet deja rastros de nuestra actividad más allá de lo aparente. Google puede reconocer nuestra identidad en algunos de sus servicios y desde ese momento lo hará en todos: su buscador, YouTube, su tienda de apps y, especialmente, su red de publicidad. Por ese motivo cuando se realiza una búsqueda de un producto que se anuncia en la red de anuncios de Google veremos como se repite en otras páginas web que podrían parecer ajenas al gigante de internet. Aunque visitemos un blog, una periódico digital, o un servicio de música, si este muestra anuncios con el servicio de publicidad de Google, seguiremos facilitando información de que tipos de contenidos consultamos, a que hora lo hacemos... Tan sólo por navegar podemos ayudar al buscador, sin quererlo, a crear un perfil de quiénes somos y cuáles son nuestros hábitos. Esa exposición de información también puede ser utilizada por las principales redes sociales como Facebook o Twitter ya que otras páginas web obligan a utilizar un perfil en alguna red social para identificar al internauta.

Recolectar la información del uso de la web por el internauta casi siempre se realiza con unos pequeños ficheros que se guardan en el ordenador llamados "cookies". Para mejorar la privacidad en internet hay diferentes posibilidades para cualquier internauta que utilice un navegador actualizado. La más común es utilizar el modo "privado" o de "incógnito" que incorpora el programa. Al consultar páginas web utilizando este modo en el navegador no se utilizarán las cookies ya almacenadas en el ordenador y por lo tanto permite una utilización más anónima de internet. Tampoco se guardarán para el futuro las "cookies" que se generen durante esa sesión. Otra posibilidad que incorporarán las próximas versiones de los navegadores será la de bloquear el acceso a que terceros almacenen esa información. Por ejemplo, si Google ofrece publicidad en un blog, será el blog y no Google la única web que podrá almacenar un registro en forma de "cookie". Esta posibilidad ha sido muy criticada por las empresas de publicidad en la red que utilizan estos datos para conocer a los internautas. La privacidad en internet es un que costará recuperar del todo.

El derecho al olvido permite al titular de una información borrar sus datos personales, bloquearlos o suprimirlos cuando se considera obsoletos por el transcurso del tiempo o porque impide el desarrollo de sus derechos fundamentales. En internet pueden encontrarse informaciones del pasado que afecten de alguna forma a la reputación de las personas. Un embargo, un desliz de juventud, o ser protagonista, incierto, de una información hace que los buscadores de internet relacionen a una persona con actos que forman parte del pasado o simplemente no son ciertos. La morosidad, las multas de tráfico, ser protagonista de una información o aparecer en los boletines provinciales y regionales son ejemplos de registros que no podían borrarse en el pasado pero tampoco podían consultarse con la facilidad que ofrece internet en la actualidad. Todo está a un clic y si el primer resultado de una búsqueda en Google está relacionado con un acto que carece de interés en la actualidad no debería de afectar por siempre a la vida de su protagonista. Como le sucedió a Randi Zuckerberg con una red social, este tipo de resultados puede afectar a cualquiera. Por ejemplo, la página web de la Casa Real le indica explícitamente a los buscadores de internet que no registren las páginas relacionadas con Iñaki Urdangarín aunque ya no estén disponibles. Debido a que no siempre es sencillo contactar con el propietario de la página web que ha publicado un contenido para que lo retire de forma amistosa existen empresas que realizan este tipo de servicios de "borrado" contenidos del mundo digital.

La privacidad es un coto cada vez más escaso en el mundo digital. La incorporación a internet de cualquier dispositivo que nos rodea nos está conduciendo a una "era de sensores", según el ex consejero delegado de Apple, John Sculley, que suman nuevas fuentes de datos a los que ya poseen con la navegación en internet o el uso del smartphone. Según el mayor fabricante de dispositivos de conectividad, Cisco, al comienzo de la próxima década habrá 20.000 millones de dispositivos inalámbricos conectados -además de tabletas, smartphones también las cámaras y micrófonos- que estarán recopilando y generando datos sin parar. Desde el rumoreado iWatch en el que podría estar trabajando Apple con sensores biométricos o las gafas de Google que podrían registrar todo lo que vea quién las lleve. Los dispositivos instalados en los hogares también permitirán conocer la temperatura, la intensidad de la luz o el nivel de sonido de la habitación. Un registro íntimo de nuestra vida cotidiana que está a la vuelta de la esquina.

Los problemas de privacidad también afectan a las Administraciones Públicas. El secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor Calvo Sotelo ha afirmado en el Foro de la Gobernanza de Internet en España que este año la ciberseguridad ha pasado a ser una de las principales preocupaciones de muchos gobiernos y multinacionales. El Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) ha publicado hace unos días una convocatoria de 20 puestos de trabajo de técnicos expertos en ciberseguridad para su equipo de Respuesta a Incidentes de Seguridad (CERT).

La privacidad es un bien cada vez más escaso. Antes se detectaba que habían utilizado datos personales al recibir correspondencia con publicidad en el buzón. El mundo digital ha transformado la forma: aparece una publicidad en el muro de la red social o en las páginas web; pero no el fondo: alguien quiere conocer nuestra intimidad sin nuestro permiso.

Vea en su móvil consejos de cómo evitar perder privacidad por culpa de los demás.

Los datos de la vida de miles de millones de personas de los nativos digitales están siendo autodocumentados a diario en cientos de miles de servidores creando la mayor biblioteca de la humanidad.

las cifras

277.000 inicios de sesión se realizan cada minuto en la red social Facebook y se consultan 6 millones de páginas web.

30 horas de vídeo se envían cada minuto a YouTube. 1,3 millones de personas le dan al play.

5,3 millones de euros pagará Google a varios estados de EE.UU. por vulnerar la privacidad de sus ciudadanos con Street View. Alemania y Francia la multaron con 245.000 euros entre los dos.

75.000 solicitudes ha recibido Microsoft en 2012 de diferentes países para conocer datos de sus usuarios. En el segundo semestre de 2012 Google recibió 21.389 solicitudes y Twitter 1.858 peticiones.

750 detenidos en España durante 2012 por delitos tecnológicos. Más de 500 eran menores de edad que cometieron infracciones como el chantaje sexual o "cyberbulling". Los delitos contra la intimidad han aumentado exponencialmente según la Policía.