Julia Roberts, Beyonce, Penélope Cruz o Madonna, además de Tom Hanks, Adam Sandler o Alec Baldwin son algunas de las estrellas que se han apuntado a la moda de las fajas: ellas locas por mostrar su cuerpo más definido y ellos con la intención de contener abdominales sin freno.

A pesar de su popularidad, ninguno siente el más mínimo sonrojo al admitir su uso, a diario y especialmente cuando desfilan sobre una alfombra roja. Una opción que, en algunos casos, no tiene que ver con una figura poco estilizada.

El diseñador Lorenzo Caprile, creador de algunos de los vestidos de fiesta la Princesa de Asturias o el vestido de novia de la infanta Elena, es un entusiasta de este tipo de ropa interior y la justifica debido a que "la moda va hacia tejidos muy sutiles y vaporosos, nubes de gasa" que resultan difíciles de llevar "incluso aunque tengas un cuerpo 10".

"Este tipo de prendas hacen que el cuerpo se transforme en una superficie lisa sin ninguna imperfección, para que la ropa resbale y quede mucho mejor", comenta el diseñador, que viste una camiseta interior para hombre que moldea su torso.

Caprile asegura que descubrió las célebres Spanx en uno de sus viajes a Los Ángeles (Estados Unidos). La firma de ropa interior, creada por Sara Blakely, actúa de una manera "natural" reduciendo y reafirmando abdomen, caderas, muslos o glúteos y se las recomienda a todas aquellas mujeres que "pasan" por su taller.

"En general, no se niegan a ello. Aunque al principio puedan torcer la nariz se dan cuenta de que al final el traje queda mejor", añade.

La actriz británica Helen Mirren, Jessica Alba, Oprah Winfrey, Brooke Shields o la oscarizada Gwyneth Paltrow son también consumidoras de este tipo de ropa interior con un sinfín de variables para "moldear" su cuerpo, sin perder la respiración.