La exestrella de Disney Miley Cyrus dice que estaba decidida a sorprender y "hacer historia" y que no arrepiente de su grosera actuación en los MTV Video Music Award.

En el documental ''Miley: The Movement'', que se emitirá en MTV el 2 de octubre, la cantante y actriz de 20 años se presenta como una intérprete astuta y ambiciosa decidida a ver como su single ''We can''t stop'' llega al número uno y a dejar atrás sus raíces como la estrella de Disney Channel ''Hannah Montana''.

Cyrus se refiere a su actuación durante la gala de premios en agosto con el cantante Robin Thicke y un dedo enorme de goma espuma como un "lío estratégico y ardiente".

El espectáculo pretendía rebasar los límites, dijo, y agregó que quería que la actuación fuera memorable como la del beso de la estrella del pop Britney Spears con Madonna en la misma ceremonia hace una década. "Eso es lo que buscas hacer, hacer historia", sentencia.

Spears, que en diciembre comienza un trabajo de dos años en Las Vegas, y otras estrellas infantiles se han enfrentado a problemas en sus carreras de adultos. Pero Cyrus lo ve como el comienzo de una nueva artista.

"Sentía que finalmente podría ser la perra mala que soy realmente", dice en el documental.

El aspecto de Cyrus, con uñas doradas, tatuajes y el pelo corto y rubio platino, está lejos de sus días como la estrella adolescente de ''Hannah Montana'', que se emitió entre 2006 y 2011.

Para reforzar su imagen, posó en topless para la portada del número del 12 de octubre de la revista Rolling Stone y para una de las varias portadas de su álbum ''Bangerz'' que saldrá a la venta el 8 de octubre. Cyrus también se despojó de la ropa en el vídeo musical de la canción ''Wrecking Ball''.

El documental de una hora se rodó durante los tres meses anteriores y poco después de los premios MTV. Sigue a Cyrus en su casa de Los Angeles con sus perros, durante sus apariciones para promocionar ''We can''t stop'' y en los ensayos.