Estamos más conectados que nunca. La llegada de internet y su revolución tanto a nivel social como tecnológico han hecho que la inmensa mayoría de personas del planeta recurran a esta tecnología repetidas veces y a diario. Nos conectamos para hablar con amigos, nos conectamos para ver películas, para informarnos y hasta para compartir una foto de ese restaurante tan "cool" al que hemos ido hace poco.

Las redes sociales están jugando un papel de peso en esto. Estos portales, pensados como lugar de encuentro entre usuarios de todo el planeta, sean amigos, conocidos o desconocidos que conectan porque sí, reúnen una gran cantidad de usuarios y también secretos que muchos no quieren que salgan a la luz.

Ya sea por conversaciones, por contenido privado, o porque simplemente no queremos; hay mucho de nosotros en estas redes donde nos conectamos que no queremos que salga a la luz. Puede que un mensaje comprometido, o incluso una foto íntima, da igual. No queremos, y hay personas que sí, y pueden hacer lo que sea con tal de entrar y encontrar eso que tienes derecho a esconder por el mero derecho a la privacidad que posees.

Lugares como Facebook se han convertido en un hervidero de cotillas con ganas de fastidiar a usuarios. Muchos usuarios con profundos conocimientos de informática han logrado saltarse las medidas de seguridad de sitios como este para colarse en cuentas ajenas y destrozar por completo la privacidad de la persona en cuestión. Ni decir tiene que esto es una actitud completamente ilegal, pero aun así, es algo que se da, y es más frecuente de lo que creemos.

También porque ya no es solo algo que solo puedan realizar los más expertos. Hay portales comoHackearBookque permiten hackear y espiar un facebook ajeno sin apenas tener conocimientos en la materia. Lo ponen en bandeja de plata para aquel que, por celos, por ganas de fastidiar o porque sí, quiere entrar en la cuenta de otra persona y ponerlo todo patas arriba.

No es el único sitio web que permite esto, FaceHackear es otro referente para los usuarios que quieren entrar en otras cuentas sin permiso. De nuevo, a través de un procedimiento extremadamente, y preocupantemente, sencillo; con el que saltarse a la torera las protecciones de cuentas y entrando por la puerta de atrás.

Nuestra dependencia y total conexión con internet han convertido el hackear y espiar un facebook en algo de especial interés para muchos. A veces el motivo más tonto y simple es el motor de esta actitud tan alejada del marco legal. De hecho, a veces una simple rencilla de pareja es capaz de motivar a alguien a entrar en la cuenta para ver si esconde algo. Ni que decir tiene que es una actitud deplorable e impropia del sentido común; pero por desgracia sucede, y mucho.

Lo mejor que los usuarios podemos hacer ante estas situaciones es blindar al máximo la seguridad de nuestras cuentas en redes sociales. Solicitar confirmaciones al teléfono móvil, indicando el nuestro, personal e intransferible. Requerir preguntas de obligada respuesta que solo sepamos resolver nosotros y, por supuesto, hacer un cambio de contraseña cada cierto tiempo son algunas de las opciones más sencillas y, a la vez, potentes.

Toda medida es poca, pero con estas puedes tener la seguridad de que, al menos, pondrás las cosas difíciles a quienes quieran entrar o incluso suplantar tu identidad en la red de redes. Definitivamente, debemos concienciarnos sobre los peligros que acechan por internet; y también saber prepararnos para evitar que nada suceda y nos tengamos que arrepentir por no haber aprendido en su debido momento.

El problema de la preparación es que, con la facilidad de acceso a personas de cualquier edad, es complicado que todos tengan los conocimientos suficientes para prevenir estas problemáticas situaciones. Tenemos que esforzarnos en conjunto para que cualquiera sepa lo peligroso que es manejarse por estos lares sin tener un mínimo de conocimiento, como también para alentar a informarse y formarse lo suficiente.

No cuesta nada reforzar la seguridad de una cuenta en redes sociales, o incluso de correo, y se pueden evitar muchísimos problemas, ya no solo por tu propia privacidad, sino por el riesgo que puede supone que alguien adquiera tu identidad y actúe en tu nombre. Imagina una compra abultada sin tu permiso o la publicación de algo que te afecte, firmado por ti sin siquiera tú saberlo.

Internet está repleto de bondades, pero también de peligros. Saberlo de antemano es fundamental para que su uso se convierta más en algo divertido y útil que en algo preocupante y arriesgado. Y eso es algo que solo queda en nuestras manos.