Un 19 % de los teléfonos móviles que son objeto de transacciones internacionales y un 24 % de las consolas de juegos de vídeo son falsificaciones, según la OCDE, que alerta de un incremento de estas prácticas con consecuencias negativas para los consumidores y para los propietarios de derechos intelectuales.

Otros de los productos más pirateados son los aparatos de sonido (19 %) o las tarjetas de memoria (15 %), precisó en un comunicado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Sobre la base de datos de las aduanas de 2013 (los más recientes disponibles), los autores del estudio calcularon que un 6,5 % de los bienes vinculados a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están pirateados, porcentaje netamente superior al 2,5 % estimado en un informe presentado en 2016.

La OCDE constató que este fenómeno adquiere mayor amplitud con las baterías de los teléfonos inteligentes (un 5 % de falsificaciones), los cargadores, componentes y accesorios de celulares (19 %), las tarjetas con banda magnética, los discos estáticos o los lectores de audio.

A partir de cerca de medio millón de operaciones de incautación a cargo de los servicios aduaneros en el periodo 2011-2013, los autores del estudio calcularon que ese último año, el valor del comercio de los bienes de TIC falsificados alcanzó 143.000 millones de dólares.

E hicieron notar que casi dos tercios de esos productos fueron expedidos por correo o por otros servicios de paquetería exprés, lo que complica enormemente su detección y su control.

En vísperas de su Foro Mundial sobre la Integridad y la Lucha contra la Corrupción que organiza el jueves y el viernes, la OCDE reveló que las TIC se han convertido en objetivos lucrativos para los falsificadores y alertó de que este problema afecta a un volumen y a un abanico creciente de productos.

China es el origen principal de esos bienes pirateados, mientras que en Estados Unidos los fabricantes salen más perjudicados, ya que un 43 % de las falsificaciones afecta a derechos de propiedad intelectual de empresas de esa nacionalidad.

Un 25 % de los pirateos se refieren a los derechos de sociedades finlandesas y un 12 % de japonesas.

Más allá de minar la confianza que los consumidores tienen en las marcas, este fenómeno en expansión supone un riesgo potencial para los consumidores.

A ese respecto, la OCDE recordó que un producto falsificado es más susceptible de contener productos peligrosos para la salud como el plomo o el cadmio, además de incumplir las normas para prevenir incendios o choques eléctricos.