El secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (Setsi), Víctor Calvo-Sotelo, ha indicado que "ya este mismo año" los ciudadanos europeos notarán una reducción "muy importante" en sus costes de ''roaming'' --recargo por el uso del móvil cuando se viaja al extranjero-- gracias a los acuerdos que actualmente hay "encima de la mesa" en la Unión Europea.

"Ya este mismo año con cualquiera de los acuerdos que tenemos en estos mismos momentos encima de la mesa se va a notar una reducción muy importante de los costes del ''roaming''", ha explicado el secretario de Estado de Telecomunicaciones.

Calvo-Sotelo ha indicado que se pretende poner en marcha una iniciativa, ''Roam Like at Home'', que busca que los costes del móvil cuando un ciudadano sale fuera sean parecidos a los que tiene cuando está en su país de origen.

"Lo que hay es una realidad muy distinta en los 28 países, con tarifas muy diferentes. Lo único que se deja para 2018 es una revisión de las tarifas mayoristas, pero lo que se apruebe ahora va a suponer ya a final de este año una reducción muy importante de los costes del ''roaming'' para todos los ciudadanos", ha aseverado.

Los Estados miembros consensuaron a principios de marzo la que será su posición negociadora con el Parlamento Europeo y la Comisión Europea en el paquete de telecomunicaciones y por la que defenderán retrasar al menos hasta 2018 la eliminación del recargo por usar el teléfono móvil en el extranjero, pese a que Bruselas y la Eurocámara apuestan por suprimir esta carga este mismo año.

La posición contempla reducir pero no suprimir completamente las cargas tanto para las llamadas como para los mensajes de texto o para navegar por Internet, aunque aceptarían revisar la situación en 2018. Se trata de un "paso intermedio" hacia el fin de esta práctica, según informa el Consejo en un comunicado.

Las grandes operadoras europeas, como Telefónica, France Telecom o Deutsche Telekom, son contrarias a la supresión del ''roaming'', ya que supondrá una reducción de sus ingresos y se traducirá en un recorte de las inversiones necesarias para desplegar las nuevas redes de fibra óptica.