Adeje vivió ayer una de las celebraciones más antiguas de la Isla: San Sebastián, festividad que data del siglo XVIII en un lugar de culto previo a la Conquista aunque adaptada a las nuevas costumbres. Miles de personas se congregaron en La Caleta para asistir tanto a la ceremonia litúrgica como a la bendición de animales que se realizó tras la procesión por la playa de La Enramada.

"La fiesta transcurrió con total normalidad, no hubo incidentes y la valoración que hacemos de la misma es muy positiva", aseguró el concejal de Desarrollo Creativo, Adolfo Alonso Ferrera, quien destacó que "hemos asistido a un San Sebastián multitudinario al que también acudieron más de cien caballos con sus jinetes, un camello, burros, cabras, perros y ovejas, entre otros animales".

La celebración se inició a mediodía, con la eucaristía. La talla, adquirida hace 101 años, salió a hombros del colectivo Porteadores de la Virgen y de aquellas personas que cada año prometen a San Sebastián sus asistencia a la celebración. La procesión discurrió por la plaza hasta la playa de La Enramada, zona en la que los jinetes hicieron su tradicional entrada al mar.

Tras hacer su reverencia al mar, como es tradición, la comitiva se dirigió a la zona del Humilladero, lugar donde también se encontró la imagen de la Virgen de la Encarnación, patrona de Adeje. Finalmente, San Sebastián se posicionó en la entrada de la plaza, que también lleva su nombre, para presenciar la bendición de los animales congregados durante esta fiesta.