"No puedo entender cómo se firma un certificado final de obra y no existe ninguna reseña de que se hayan subsanado los desperfectos indicados en los dos listados que figuran en el libro de órdenes", asegura el arquitecto técnico municipal Federico López en el informe elaborado sobre las obras de la primera fase del Área de Rehabilitación Integral (ARI) Antón Guanche, consistente en rehabilitar 70 viviendas sociales.

En el apartado observaciones, el técnico se cuestiona "cómo es posible que se certifiquen unidades de obra que no se han ejecutado", así como que "no se observa ninguna partida modificada según las indicaciones de la dirección facultativa" y el hecho de que en una de las certificaciones de obra se observa "que existen una serie de capítulos que se han excedido del importe fijado en el presupuesto y otros de los que se ha ejecutado una pequeña parte e, incluso, no se certifica nada en el capítulo señalización y equipamiento".

A 32.141,51 euros asciende la cuantía excedida del proyecto, según consta en el informe elaborado por la Oficina Técnica Municipal, mientras que en el expediente se incluye una última certificación, "sin adjuntar medición alguna", en la que todas las partidas aparecen ajustada al céntimo "según el proyecto", lo que también llama la atención del arquitecto técnico Federico López.

La obstrucción de la red de saneamiento, el cerramiento con chapa perforada deja pasar viento, agua y polvo; la filtración de agua de lluvia en la planta baja del bloque 13 porque falta un escalón, las paredes de la caja del ascensor con humedad, lo mismo que en la solana (donde se apoya la caja de la escalera) de las viviendas de la planta alta; la trampilla de acceso a la cubierta mal rematada permitiendo el paso del agua de lluvia, la cubierta mal acabada facilitando filtraciones; problemas de desagües interiores, filtraciones de bajantes en la cocina y baño de dos pisos, sin extintores, bidones de agua sin tapa, grietas en parapetos y tela asfáltica de la cubierta del bloque 11 a la intemperie son algunos de los desperfectos listados por la Oficina Técnica Municipal.

La alcaldesa, María Concepción Brito, y el concejal de Urbanismo, Fernando Alduán, entre otros miembros del gobierno municipal, explicaron a los vecinos afectados que iniciará un expediente "para exigir responsabilidades, en su caso, por la ejecución de las obras de rehabilitación de las viviendas sociales de la primera fase del ARI Antón Guanche".

En un comunicado oficial, el grupo de gobierno informa de que esta decisión se adopta tras el informe encargado a la Oficina Técnica Municipal "en el que se han detectado algunas deficiencias". Al respecto, "se ha solicitado al técnico municipal aclaraciones por parte de la alcaldesa y el concejal de Urbanismo, Fernando Alduán, para poder llevar al próximo consejo de Epelcan una propuesta con las medidas que permitan la subsanación de los defectos constructivos de las viviendas de la primera fase".

Epelcan es la empresa pública municipal responsable de la obra, que materializó la empresa Cobra. En enero de 2012 comenzaron los trabajos cuyo certificado de final de obra data del 16 de octubre de 2014, tras una inversión de 1.024.100 euros, costeada entre el Ministerio de la Vivienda, el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Candelaria y el Cabildo de Tenerife. Los vecinos tuvieron que aportar entre todos 175.000 euros.

La obra fue recepcionada por el gobierno municipal anterior, que tuvo por alcalde a José Gumersindo García.