La albahaca es uno de los elementos que definen el 7 de septiembre en Güímar. La víspera de la Virgen de El Socorro es el día de la romería más antigua de Canarias. Si alguien se despista, seguro que lo encuentra aquí. No es como cualquier otra romería. Aquí sí suena el folclore canario, claro está, como también se disfruta de los productos de la tierra (incluido el vino, naturalmente), pero aquí ir vestido de mago es una anécdota. Es una fiesta en la que el protagonismo es del vecino, del visitante, del pueblo. El referente es la Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Güímar, y no es una excusa. El fervor se vive desde la plaza de San Pedro hasta el caserío de El Socorro.

Y casi nadie habla de que en esa playa, en Chimisay, es donde se produjo el encuentro entre los aborígenes y la Virgen. Sí, se llama El Socorro aquí y Candelaria en el resto del Archipiélago y el mundo. Pero ese fue el origen.

Apenas 15 minutos antes de que comenzara la misa de peregrinos la plaza estaba casi vacía. Cuando El Socorro se asomó a la puerta de la iglesia no cabía un alfiler. Y el "Pasodoble al Socorro", compuesto en 1909 por el músico aragonés Miguel Castillo Alfonso y al que puso letra Pedro Guerra (el fallecido alcalde y primer presidente del Parlamento de Canarias), sonó durante todo el día, en cualquier momento y sin necesitar una excusa. Es el himno de la Bajada.

En los miles de peregrinos (autoridades locales, insulares y regionales -Clavijo acudió por primera vez- incluidas) no se asomó el cansancio en ningún momento, pese al mucho calor que causó alguna lipotimia. Las estampas del descanso de la imagen en La Asomada y cruzado el puente de la autopista -donde quemaron fuegos artificiales- fueron los instantes más sentidos y conmovedores.

El jolgorio no cesa desde el casco solo en el recogimiento de la procesión vespertina y el momento de la representación de la ceremonia de los guanches (como en Candelaria). Hoy, el día de El Socorro, tendrá lugar la subida de la Virgen tras la misa de acción de gracias (17:00). En el camino, jugando a "pares y nones".