El actual primer teniente de alcalde y uno de los denunciantes originales del caso Arona, José Antonio Reverón, encontró un sobre en el buzón de su casa depositado anónimamente. El mismo contenía un extracto bancario de la constructora Gomasper y la documentación que le permitió explicar al tribunal, ayer, que se correspondía con el pago a la Agencia de Viajes Salazar de un desplazamiento a Inglaterra por parte de la empresa al arquitecto municipal Eliseo de la Rosa, uno de los 12 acusados que se sientan en el banquillo de la sala 6 del Juzgado de Santa Cruz de Tenerife.

El que fuera relevante empresario de la comarca y actual vicepresidente del Club Deportivo Tenerife, Pedro Suárez, fue protagonista de la declaración como testigo de Reverón González, quien no dudó en reconocer que a su empresa le fueron concedidas licencias para realizar tres complejos residenciales en otras tantas parcelas de uso hotelero, reconvertido a residencial. Sin embargo, a Proguito y a sus propietarios, los Ansorena, el ayuntamiento puso dificultades para concederle la licencia en una parcela anexa que tenía las mismas condiciones. Incluso, se juzga si trataron de extorsionarlos para otorgársela.

El "nivel de vida" del arquitecto y del aparejador municipal, Eliseo de la Rosa y Roberto de Luis, respectivamente, contribuía a generar "sospechas" y "rumores" de que, presuntamente, formaran parte de una trama para beneficiarse de la concesión de licencias.

José Antonio Reverón aseguró que hizo muchas preguntas y manifestaciones advirtiendo de la ilegalidad de los acuerdos adoptados por la Junta de Gobierno Local concediendo licencias y aprobando contrataciones con informes jurídicos contrarios. "Fue escandaloso al tratarse de acuerdos masivos (...) Era un suicidio y lo estamos pagando ahora".

La presidenta de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial impidió a la abogada defensora Olga López que interrogara al testigo sobre un hecho no relacionado con el caso y llamó la atención al letrado de Roberto de Luis porque "es obvio que está tratando de confundir al testigo". Del Torco dejó claro que Eliseo de la Rosa tenía la compatibilidad para trabajar fuera del municipio y que lo hizo en obras de Gomasper en Guía de Isora.

La sesión de ayer comenzó con una serie de testigos afectados por la concesión de una cédula de habitabilidad de un edificio de 50 viviendas que carecía de suministro eléctrico de Unelco (hoy, Endesa), hecho que se prolongó durante años, y terminó con la de Casiano Feo, socio de Guaza Motor, quien reconoció que compró suelo rústico que aparecía clasificado posteriormente en el Plan General de Ordenación (hoy anulado) como urbano.