Hasta el miércoles pasado [25 de noviembre] prevaleció la unidad a la hora de demandar la construcción de la segunda pista del aeropuerto Tenerife Sur-Reina Sofía. A las 9:30 horas de dos días antes, un avión de la compañía de bajo coste Norwegian, un B737, sufrió el pinchazo de las dos ruedas del tren principal cuando se disponía a despegar con destino a Berlín. El recinto estuvo inoperativo hasta las 13:30 horas con el desvío de unos 30 vuelos y más de 4.000 pasajeros. El miércoles, los alcaldes de Arico, Granadilla de Abona, Vilaflor, San Miguel de Abona, Arona, Adeje y Guía de Isora escenificaron la reclamación de esta obra como "una prioridad absoluta". Una advertencia queda en el aire: "de no abordarse las ampliaciones demandadas, cuya planificación y desarrollo pueden tardar entre ocho y diez años, el Reina Sofía puede llegar a una situación de colapso, inadmisible para una isla cuya economía depende de unas infraestructuras aeroportuarias que canalizan el 70% del flujo económico de Tenerife".

Aunque su pronunciamiento está en consonancia con lo dicho durante el último año, Carlos Alonso, presidente del Cabildo, optó por meterse en campaña electoral (las generales se celebran en 20 de diciembre) y acusar a los alcaldes: "Han buscado la oportunidad de una foto". A su juicio, "la Isla no necesita una segunda pista en los próximos 15 o 20 años", y ha remarcado que la "prioridad" es la nueva terminal. ¡Ojo! Los alcaldes del Sur ya habían dicho que la obra tardaría una década, como mínimo. Además, el Tenerife Sur cuenta con una segunda terminal prácticamente inoperativa. Pero el Gobierno central parece darle la razón a Alonso, porque el pasado día 15 fue la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien anunció 120 millones de euros de inversión (desde 2017 a 2021) en la construcción de la terminal (la tercera) que enlazará las dos existentes. La obra comienza en 2017.

Pero las voces discordantes también llegaron del Sur. El sector empresarial, hasta ahora proclive a la segunda pista, dejó claro que en su lista de obras públicas están, antes, el tercer carril de la autopista del Sur desde el Polígono de Granadilla hasta Adeje, la referida tercera terminal del Reina Sofía, el cierre del anillo insular y la solución a los nodos de comunicación, especialmente en Los Cristianos.

La segunda pista del Tenerife Sur está prevista en el Plan Director, cuya elaboración comenzó en 1993 y se aprobó a finales de 1995. De hecho, el documento va más allá y alude a la previsión de una tercera pista, pero como una cuestión a muy largo plazo. No será hasta de 2003 cuando AENA opte por la ubicación Norte y anuncie que las obras comenzarían antes del verano, teniendo que desdecirse el entonces ministro, Álvarez Cascos, en diciembre para indicar que el desmonte empezaría en 2004. Llegado 2005, el Gobierno central (ya en manos de Rodríguez Zapatero) pospone la obra hasta el año 2008.

Hoy, AENA, que nunca se ha mostrado públicamente a favor de esta obra, se escuda en que la pista del Reina Sofía es utilizada en torno a una cuarta parte de su capacidad. Las cifras reflejan que estuvo al 27,88% el año pasado. Otro argumento de AENA es el comparativo. Es decir, que otros aeropuertos con una sola pista movilizan mucha mayor cantidad de pasajeros y de aviones sin necesidad de una segunda. Ejemplos: Gatwick (Londres), con 35 millones de pasajeros por año; Alicante, con más de 10 millones, y hasta San Diego (EEUU), en torno a 17 millones.

En enero de 1991, un desplazamiento de la capa de rodadura obligó a cerrar el aeropuerto y a reasfaltar el único campo de vuelo existente.