La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha admitido que el centro de salud de Las Galletas "no es un sitio adecuado para atender pacientes" y se compromete a dar solución al "lamentable" estado en el que se encuentran estas instalaciones.

Así lo ha señalado hoy el Ayuntamiento de Arona en un comunicado tras la visita que ayer realizó al sur de la isla el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Jesús Morales, quien visitó el centro de Las Galletas junto al alcalde de Arona, José Julián Mena.

Según la administración local, el consejero de Sanidad admitió que este centro "no tiene unas condiciones deseables de iluminación, ventilación y espacio".

Por todo ello, Jesús Morera anunció que, en colaboración con el Ayuntamiento de Arona, "se van a buscar las mejores alternativas posibles, que podrían ir desde un traslado a otro local mejor preparado o incluso plantear, a más largo plazo, la necesidad de construir un nuevo consultorio"

Morera quiso poner en valor a los ciudadanos y aseguró que "están demostrando tener muchísima paciencia acudiendo a este centro en las condiciones en las que está".

Por su parte el alcalde destacó que "la sanidad pública y de calidad es la prioridad para el grupo de gobierno del Ayuntamiento de Arona".

"Estamos trabajando para desbloquear la situación en la que se encuentra la atención médica en Las Galletas, con una infraestructura en un estado lamentable, que no cumple ni con estándares básicos de confort y seguridad", asegura el alcalde que añade que "los vecinos de Las Galletas no han querido que se traslade su consulta al nuevo centro de salud de El Fraile por la distancia".

El consultorio que abrió sus puertas en la planta baja de un edificio en 1998 supone para el Ayuntamiento el abono de un alquiler anual de 20.319 euros.

Asisten cuatro enfermeros y cinco médicos, aunque el quinto ha sido ubicado en el centro de salud de El Fraile por la falta de espacio en Las Galletas, donde se dispone de solo dos despachos de consulta por ámbito.

El barrio tiene una población de más de 9.000 personas y cada médico tiene casi 1.600 pacientes.

La atención se distribuye en dos turnos, de 8:00 a 20:00 horas, con el problema de que si se retrasan las consultas de mañana, afectan a las de tarde.

El alcalde recuerda que el Ayuntamiento no tiene competencias para decidir dónde o cuándo se ejecuta un centro de salud.

"Es una decisión estratégica que corresponde al Gobierno regional y nosotros solo podemos ceder las instalaciones o el suelo", dice Mena.

"Pero hemos puesto en la agenda política la defensa de la sanidad pública y de las necesidades de los vecinos para buscar soluciones concretas y reales", añade el primer edil.