Poner en valor el territorio, respetar y potenciar la singularidad del entorno, desarrollar un turismo del siglo XXI, además de generar empleo, proteger el núcleo residencial y el Aula Marina existentes en la zona. "Al Puertito de Adeje no lo va a conocer ni su padre en cinco años", frase con la que un político del municipio resumió coloquialmente lo que será este enclave, hoy espacio de los lugareños y de los campistas, cuando se complete el nuevo proyecto para su desarrollo.
Hoy se llega desde dos puntos, esencialmente desde una vía terciaria próxima a Armeñime, el primer pueblo desde el final de la autopista hacia el litoral de Guía de Isora. Al final de la vía hay un pueblo como muchos de los cincuenta y sesenta del siglo pasado. Definido como "una de las zonas más deprimidas del municipio ya que, debido a su configuración, carece de infraestructuras básicas", lo que hoy se conoce como el pueblo de El Puertito seguirá existiendo después del desarrollo de la iniciativa turística y residencial. Ahí permanecerán sus 30 habitantes.
¿Qué se contempla para el futuro de El Puertito? Esta semana lo explicaron: la ampliación de la zona de playa, la creación de espacios naturales que den valor al entorno, un peatonal de madera de cinco kilómetros, un carril bici de cuatro kilómetros, piscinas escalonadas, lagos, paisajismo de ocultación visual a través de jardinería y construcciones en forma de villas turísticas de cinco estrellas. Redes de alta tensión, saneamiento y telecomunicaciones, un acceso rodado en condiciones y distanciado de la línea de costa y aparcamientos.
Una inversión de 180 millones en cinco años. En ese periodo se construirán zonas de ocio, comercio y playa, varios hoteles de 5 estrellas (con 750 plazas alojativas) y 758 plazas extrahoteleras. Cuando el proyecto esté finalizado generará más de 1.000 empleos nuevos relacionados con el turismo.
El promotor, Philip Hoste, invertirá a corto plazo en torno a 25 millones de euros y contratará a 250 personas durante dos o tres años. El primer paso está dado.