Los responsables de la empresa tecnológica O2E, que proyecta la producción de diesel y electricidad a partir del reciclaje de neumáticos en Güímar, mantiene esta semana una intensa actividad para sentar las bases de su proyecto, que aspira a convertirse en una plataforma de referencia mundial para demostrar la validez de este sistema de aprovechamiento de residuos sin generar contaminación alguna, ni a la tierra, ni al subsuelo, ni al mar ni al aire.

El proceso de transformación de las gomas usadas por vehículos en electricidad consiste en reducir el neumático a trozos muy pequeños e introducir estos en una especie de reactor. Según explicaron las fuentes consultadas, se trata de procesar la materia prima a altas temperaturas, pero sin llegar a quemarla. Y los efectos tóxicos de ese sistema se reutilizan en el mismo proceso. El producto resultante acaba en una planta que es la que, finalmente, genera la electricidad.

Uno de los representantes de la mencionada sociedad europa señala que "se busca el residuo cero, que no quede nada". Aclaran las mismas fuentes que "no emite CO2 y los elementos contamintantes, como cloro, sulfuro, mercurio, cromo y otros metales pesados son neutralizados".

La mencionada planta de transformación de los neumáticos estará situada, en principio, si fructifican las negociaciones previstas, en un terreno propiedad del empresario Julio del Rosario. Dicho suelo está situado cerca de la carretera general del Sur (TF-28) a la altura del famoso "Badén" y en dirección a la costa.

Ayer, la alcaldesa güimarera, Carmen Luisa Castro, ofreció una rueda de prensa junto a dos responsables de la compañía, Alexander Carlo Ferrari y Steven Mudd.

Hasta ahora los impulsores del proyecto se han reunido con el presidente insular, Carlos Alonso, y la consejera de Desarrollo Económico, Pino de León, así como con la presidenta de la ZEC, Milagros Luis Brito, así como con el director de Nuevos Suministros de Endesa.

Ferrari agradeció la labor desarrollada por la regidora y el interés mostrado por su iniciativa, a la vez que explicó ante los medios de comunicación que las obras en la futura fábrica prevé que empiecen en enero de 2015.

Si todo sale como tiene previsto O2E, a finales del próximo agosto se acabará la obra y se efectuarán las pruebas finales, con el objetivo de empezar la producción en septiembre del 2015.

La inversión en esta primera fase ronda los 8.500.000 euros, según Ferrari. En principio, la primera nave de la compañía ofrecerá unos 15 puestos de trabajo. Pero la intención es llegar a los 25 empleos en total, en los dos años siguientes. Y no descartan que, si todo va bien, dentro de 10 años llegar a los 200 trabajadores.