La plaza de la Basílica de Candelaria revivió ayer, un año más, una tradición que lleva representándose más de dos siglos y cuyos orígenes se anclan en el pasado prehispánico de las Islas: el descubrimiento de la Virgen por los guanches, un acto que simboliza el profundo arraigo que el culto a la Morenita tiene en el Archipiélago.

Miles de personas se congregaron en la Villa Mariana para vivir la víspera de la Fiesta de la Patrona de Canarias, una jornada en la que se concentran los actos más populares de estas celebraciones. Durante todo el día no dejaron de llegar -y seguirían haciéndolo también durante la noche-, por diferentes caminos, los peregrinos que -por cumplir una promesa, por devoción a la Virgen o por el simple deseo de pasarlo bien- acuden todos los años en masa a Candelaria e insuflan a esta cita gran parte de su espíritu.

Horas antes de que comenzara la representación del hallazgo de la Virgen por los guanches, las calles del municipio ya hervían de una actividad típicamente festiva. Cañas de cerveza, helados y pinchitos, conjuntos folclóricos y de salsa... Nada demasiado diferente a lo que se puede experimentar en cada uno de los puntos de Tenerife cuando llegan las fiestas.

Sin embargo, cuando a las 19:45 horas la Virgen salió del interior del templo, el ambiente cambió drásticamente. El silencio se hizo entre los numerosos espectadores, la música de ventorrillos y grupos cesó y solo se escuchó la proveniente de Banda de las Candelas, que acompañaba a la Patrona en sus andares.

Tras desfilar en torno a la fachada de la Basílica, la imagen lo hizo junto a las imponentes esculturas de bronce de los menceyes guanches que adornan la plaza. Tras este recorrido, fue depositada frente al escenario preparado para que los entusiastas "aborígenes" de hoy -un grupo de vecinos de las medianías del municipio constituidos en el colectivo Guanches de Candelaria- recreasen el momento -entre el relato histórico, la leyenda y el símbolo- de su encuentro con la Virgen.

El intenso calor reinante durante todo el día ya había remitido ligeramente cuando, finalmente, los "herederos" de los antiguos pobladores del Archipiélago escenificaron su contacto con la que luego sería Patrona de Canarias, y del que nació un culto sincrético en cuyo conocimiento se sigue profundizando, como lo demuestra el reciente descubrimiento, por el filólogo Ignacio Reyes, de que el manto original de la imagen contenía caracteres en lengua amazigh.

En presencia de las autoridades civiles y eclesiásticas -entre ellas, el alcalde de Candelaria, José Gumersindo García; el presidente del Cabildo, Carlos Alonso; y el nuevo rector de la Basílica, Daniel López- y del público -entre el que había muchos niños que presenciaban en silencio la escena a hombros de sus padres-, los Guanches de Candelaria revivieron el relato, no por repetido menos emotivo, de cómo los aborígenes isleños se toparon con una desconocida señora con extraños ropajes que permanecía impasible ante sus exigencias de que se apartase del camino y que, tras herir y luego sanar milagrosamente a dos de ellos, terminó por dar lugar a una devoción que se prolonga hasta el día de hoy.

La ceremonia se desarrolló sin más incidentes que el que ocasionó la rebeldía de unas peculiares protagonistas: las cabras de los guanches, que decidieron que aquella no era su fiesta y, pese a los denodados intentos de sus pastores por evitarlo, acabaron abandonando el recinto.

Concluida la representación comenzó la ceremonia que llevaría a la Virgen desde la plaza hasta el Pozo y luego de vuelta al templo. Junto a este, en el antiguo ayuntamiento, la imagen de la Patrona fue honrada con el "Ave María" entonado por Chago Melián y las malagueñas de Fernando Santana. Fue en ese momento, entre los vivas a la Morenita, cuando el gran ausente de la jornada, el padre Jesús Mendoza -fallecido el pasado octubre tras años como prior de la Basílica-, recibió un emocionado aplauso de los presentes.

A diferencia del año pasado, en esta ocasión sí hubo fuegos artificiales, gracias a la iniciativa de Rosi Falcón, una vecina que se encargó de promover una colecta para hacer posible este popular momento.

Las celebraciones más populares y festivas dan paso, en el día de hoy, a los actos más institucionales, coincidiendo con la festividad de la Virgen. La jornada se iniciará con eucaristías desde las cinco de la madrugada e incluirá la procesión cívica entre el consistorio y la plaza de la Patrona y la eucaristía, presidida por el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez.

Manuel Hernández

palo blanco (los realejos)

Ateneri García y Jonathan Martín

el tablero (santa cruz)

Jesús María Hernández

la victoria