Cecilia Otazo, concejala de Medio Ambiente del municipio de Candelaria, ha aclarado que "en ningún momento se prohibirá que los pescadores usen la playa de El Pozo para varar y dejar el pescado en los puestos de venta, después de haber pasado el punto de primera venta, primer paso en el proceso de trazabilidad del pescado.

En este sentido, la concejal socialista reiteró que de las embarcaciones que se encontraban en la playa de El Pozo, 15 están identificadas como de uso recreativo y 8 que son chalanas (barcos auxiliares) que en su mayoría tampoco pertenecen a los pescadores, sino a barcos recreativos.

Indica en un comunicado que como bien se constata en el expediente administrativo que inicio el ayuntamiento, antes de la firma del bando, los técnicos municipales realizaron las inspecciones y la propia cofradía señaló desconocer a quiénes pertenecían las embarcaciones.

Con el objetivo de mejorar las condiciones del refugio pesquero y "con la total colaboración de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora de Candelaria, en los últimos años se han dado una serie de pasos para reordenar el refugio".

Gestión

Indicó que el ayuntamiento encomendó a Epelcan, la Empresa Pública de Servicios de Candelaria, la gestión del refugio, a través de un convenio entre la corporación y la cofradía y la aprobación de un Reglamento de Gestión del Puerto en 2009". Es por ello que desde el ayuntamiento "no se entiende la polémica generada, cuando desde primer momento los pescadores conocen que la actividad que se desarrolla en el refugio pesquero no se va a ver alterada en ningún momento".