Mañana expira el plazo dado por el gobierno municipal de Candelaria para la retirada voluntaria de las 23 embarcaciones que se encuentran en la playa de El Pozo. Sin embargo, los pescadores se oponen a la medida puesto que es "el único lugar" en el que pueden varar teniendo en cuenta las deficiencias de las instalaciones del refugio pesquero y que ese espacio "lleva más de medio siglo utilizándose como varadero".

El grupo de gobierno aseguró que de las 23 embarcaciones que se encontraban varadas en la zona, los usuarios habían retirado hasta ayer "casi la mitad". Además, identificaron 15 de ellas como de uso recreativo y 8 como chalanas (barcos auxiliares) "que en su mayoría tampoco pertenecen a los pescadores, sino que son de barcos recreativos".

Una representación de los pescadores entregó ayer, tanto por el Registro Municipal como al alcalde en funciones y concejal de Urbanismo, Domingo Ramos, las más de 400 firmas que recogieron en protesta por esta decisión. A pesar de ello, las autoridades locales mantienen la orden de desalojar los barcos de la playa de El Pozo.

Desde el colectivo de pescadores manifestaron ayer que "no nos oponemos" a su traslado a otro enclave más apropiado, "pero, primero, que lo acondicionen".

Asimismo, recordaron que "el varadero siempre ha sido el varadero, no una playa. Es más, los que se bañan allí no saben dónde lo hacen, porque por el desagüe que llega a la zona están saliendo actualmente restos de bolsas con insecticida".

La concejala de Medio Ambiente, Cecilia Otazo, aclara que el objetivo del decreto de retirada de las embarcaciones que se encuentran en la Playa "El Pozo" es proceder a su limpieza y continuar con la regulación tanto del Refugio Pesquero, instalación que es de competencia municipal, como de la playa, motivado, además, por las quejas de los usuarios.

Otazo hizo hincapié en que "hay que tener en cuenta que algunas barcos se encuentran en estado de abandono y todos ellos ocupan gran parte de la zona seca de la playa de El Pozo, por lo que se hacía necesaria esta medida con el ánimo de recuperar el espacio, que en los últimos años se ha visto afectado por la ocupación de embarcaciones, siendo la zona un foco de suciedad y basura, con los problemas sanitarios asociados que esto conlleva.

El gobierno local es rotundo al indicar que "los barcos están ocupando un espacio público y el Ayuntamiento tiene la obligación de recuperarlo para todos. Teniendo en cuenta esto, hay que considerar dos aspectos: por un lado, que se desconoce de quienes son esas embarcaciones y, por otro, que no son barcos de pesca y si se quiere hacer una limpieza del lugar hay que retirarlos".

Los pescadores se dirigirán hoy a Capitanía y a Puertos de Tenerife para expresar en esos organismos su disconformidad y rechazo con la medida y presentar sus quejas.