El último impulso que ha recibido el albergue comarcal para perros abandonados fue la pasada semana, después de que en el año 2007 se iniciaran los contactos entre los ayuntamientos de Candelaria, Güímar y Arafo con el Cabildo de Tenerife, a través de una moción que fue aprobada por unanimidad en el Pleno candelariero y en la que se insta a los demás ayuntamientos a darle un impulso a esta infraestructura cuya vocación es la de prestar un servicio para la comarca del Valle.

Sin embargo, el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Joaquín Bethencourt, recordó que tras la propuesta formulada a los diferentes municipios, en estos momentos se está promoviendo un refugio en el Norte y otro en el Sur, que se podría ubicar en terrenos que son propiedad del Cabildo, pero "los contactos son más fluidos y constantes" con las corporaciones norteñas, para el refugio proyectado en La Orotava, "mostrando más interés a colaborar desde un primer momento", afirmó.

Así, dijo que en el caso del Sur, donde son los ayuntamientos los que deben propiciar los movimientos, como ya se hizo hace cuatro años, "no mostraron interés por mancomunar los servicios, sino por resolver los problemas con un carácter más local".

En este sentido, reconoció que la falta de celeridad se debe a la ausencia de acuerdo entre los ayuntamientos, "pues el Cabildo ha mantenido su ofrecimiento y ha mostrado los terrenos a las protectoras, que esperan esa inversión como agua de mayo".

El consejero insular dijo que el compromiso del Cabildo tinerfeño "pasa por promover la construcción de los refugios, siempre que los ayuntamientos asuman mantenerlos abiertos". No obstante, precisó que, a diferencia del Norte, donde ya se han reactivado y mantienen contactos en los últimos meses, en la zona del Valle de Güímar esperaba que el conflicto generado en Candelaria con la protectora que prestaba el servicio de acogida "reactive ahora este proyecto", una vez que el ayuntamiento contrató con otra asociación el servicio.

Bethencourt dijo que el refugio proyectado incluye también a los municipios de Fasnia (donde están los terrenos) y Arico, cuyo coste podría rondar los 500.000 euros para su construcción, que aportaría el Cabildo, que "buscaría la financiación, mientras que el coste de mantenimiento correspondería a los ayuntamientos".