La decisión de eliminar las campanadas del reloj de la iglesia de San Antonio de Padua del casco histórico de Granadilla de Abona en horario nocturno ha causado el enfado y la indignación de los vecinos, situación que ya se prolonga algo más de un mes.

Las señales horarias "no suenan entre la media noche y las ocho de la mañana para, según nos dijo el sacerdote, no molestar a los clientes que se hospedan un hotel rural cercano" al templo granadillero, explican residentes.

Los vecinos denunciantes aseguran que "hemos intentado hablar con el párroco para que dé marcha atrás en su decisión porque el reloj del campanario, que suena a las en punto, y cuarto, y media y menos cuarto, es decir, cada 15 minutos, es un emblema y un referente para el municipio".

"Además, en los más de dos siglos y medio que lleva colocado en la iglesia de San Antonio de Padua nunca se ha había visto una decisión de este tipo por parte de un sacerdote, claramente en contra de la voluntad de un pueblo", comentan muy molestos los vecinos.

Explican que "el cura que tenemos está claro no quiere entrar en razón e incluso le colgó el teléfono a una vecina, argumentando que a él nadie le gobierna".

Anuncian movilizaciones

"No estamos dispuestos a tolerar actitudes soberbias y prepotentes de un sacerdote que hace algo más de un año que llegó al casco urbano, imponiendo decisiones impopulares y que claramente van en contra del arraigo de un pueblo. Lo que no hicieron otros párrocos, que se ganaron el cariño y respeto del pueblo, lo está haciendo el cura que tenemos en la actualidad", manifiestan los residentes.

"Estamos dispuestos a tomar medidas y a realizar cualquier tipo de movilización para que el sacerdote recupere el sentido común. No porque supuestamente moleste a los turistas de un establecimiento hotelero cercano sea motivo suficiente para suprimir las campanadas durante la madrugada", aseveran enfadados los vecinos de esta zona del casco histórico de Granadilla de Abona.

Consideran que el propio consistorio debería implicarse ante una decisión impopular e intentar convencer al sacerdote del restablecimiento de las señales horarias del reloj del campanario.

De este modo, manifiestan que "una de las primeras acciones que realizaremos, en el caso de que el párroco no dé marcha atrás de forma inminente, será la recogida de firmas, que luego las trasladaremos tanto al Ayuntamiento de Granadilla como al Obispado".

"No estamos dispuestos a que el sacerdote cambie una tradición de siglos", concluyen los vecinos.

Por su parte, el párroco de San Antonio de Padua, Jesús Pérez, asegura que quitó las campanadas del reloj de la iglesia porque "molestaban a otros vecinos" del casco.

De este modo, indica que "no voy a dar marcha atrás en mi decisión, a menos que el Obispado me diga que las ponga nuevamente". Sin embargo, no cree que dicha orden le llegue porque el propio Obispado ha ordenado que en ciertos lugares se supriman las señales horarias por las noches.