Aunque se llevó a cabo una inspección para acometer los trabajos, finalmente no han comenzado las obras de reposición de los depósitos de agua potable situados en la zona de Los Lavaderos, de Arafo. Uno de ellos quedó en desuso debido a que parte del techo del estanque se derrumbó como consecuencia del mal estado debido al paso del tiempo, ya que tiene más de 60 años de antigüedad.

Como consecuencia de ello, el agua suministrada a parte de la población del casco dejó de ser apta para el consumo, procediendo la Dirección General de Salud Pública a restringir el uso de la misma para ingerirla y para la elaboración de comidas. En cualquier caso, y teniendo en cuenta que el abastecimiento actual no procede de estos depósitos, los vecinos ya han comenzado a emplear el agua que llega a sus domicilios.

La empresa concesionaria del servicio de abastecimiento domiciliario de agua, Aqualia, es la encargada de llevar a cabo los trabajos de reposición del depósito afectado por el desplome del techo, que es el más antiguo de los que existen en el municipio, así como ubicado junto al mismo, teniendo en cuenta que también corre el riesgo de derrumbe. El coste de esta actuación ha sido cifrado en torno a los 200.000 euros, según se hizo público.

Desde la oposición se asegura que fue en agosto cuando cayó el techo del depósito, añadiendo que durante varios meses "los araferos estuvieron consumiendo el agua que había en él". En cualquier caso, el gobierno municipal informa de que trabaja para adoptar una solución definitiva, pero en Coalición Canaria entienden que la misma se demorará "teniendo en cuenta que hay un procedimiento reglamentado que cumplir para poder adjudicar y realizar la obra que es necesaria".

En El Carmen está el depósito de mayor capacidad de los cinco con que cuenta Arafo, que entrará en servicio en pocos meses.