La imagen que dio el túnel de Guaza a consecuencia de las últimas lluvias, quedando completamente anegado y con más de dos metros de agua en algunas partes del mismo, no es precisamente la más idónea para una zona que se encuentra recién remodelada a través de los trabajos de la circunvalación de dicho barrio del municipio de Arona.

El problema de las inundaciones en esta zona del municipio eran frecuentes antes de la remodelación, pero no se recuerda que el nivel de las aguas llegase hasta la altura que cogió por el último temporal. De este modo, el agua que se acumuló en todo el entorno casi cubría la señal tráfico que está colocada poco antes de la entrada al túnel, situación que causó la intranquilidad de los vecinos.

Con el descenso paulatino de las aguas en la zona se observó la gran cantidad de basura y material de toda índole que arrastró la lluvia y se achaca la crecida de las aguas por la falta de limpieza de los imbornales, que por encontrarse sucios no drenaron para haber evitado las inundaciones en esta carretera.

Sin embargo, otras voces han asegurado que aunque los desagües hubieran estado perfectamente limpios la inundación de la calzada hubiera sido inevitable dada la "tromba" de agua que se registró en un corto espacio de tiempo en la zona de la medianía aronera, "agua que bajaba con fuerza y arrastraba todo lo que estuviera a su paso".

Molestias

La situación en la que quedó el túnel tuvo otra consecuencia, que fue el cierre total del mismo, y de forma parcial de la carretera de circunvalación de Guaza, con los consiguientes problemas para la circulación.

Así, los coches que se dirigían de Las Galletas a Adeje, Guía de Isora o Santiago del Teide tenían que pasar obligatoriamente por el interior de Guaza, creándose nuevamente atascos y colas, lo que derivó en enfados de muchos conductores.

Además, los automovilistas no podían dirigirse directamente hacia el suroeste y debían incorporarse a la autopista dirección a Santa Cruz de Tenerife, para hacer un cambio de sentido, como muy cerca, en Parque de la Reina.

Por el contrario, los coches que bajaban de Buzanada a Guaza y necesitaban desplazarse en dirección al área metropolitana debían entrar también en la TF-1, pero en dirección contraria. Es decir, los conductores tenían que desplazarse a la ciudad turística de Los Cristianos, como núcleo más próximo, para llevar a cabo el correspondiente cambio de sentido.