La Policía Nacional detuvo en Las Palmas a un médico de 65 años, con antecedentes por hechos de la misma naturaleza, por delitos de abusos sexuales. A finales de 2018, los agentes recibieron la primera denuncia de una persona que tenía asignado al acusado como doctor de cabecera. La investigación permitió localizar a otras 99 que habían pedido cambiar de galeno. Una veintena de ellas sufrieron tocamientos de carácter sexual en su consulta.

La primera denunciante narró que no era un hecho aislado, sino que llevaba varios meses ocurriendo, por lo que tras superar el miedo y la vergüenza, decidió acudir a la Policía Nacional. Otras veinte afectadas argumentaron los mismos motivos para no haber puesto los hechos en conocimiento del cuerpo de seguridad.

La autoridad judicial de guardia en Las Palmas acordó el pasado 1 de marzo la puesta en libertad provisional del citado individuo.

El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la capital grancanaria tomó esta medida tras recibir declaración al acusado y acordó además remitir un oficio a las autoridades sanitarias prohibiéndole de manera inmediata y de forma cautelar el ejercicio de la medicina en centros públicos o privados. Tras la práctica de las diligencias, el juez de guardia se inhibió en el conocimiento de la causa a favor del Juzgado de Instrucción número 3 de la capital grancanaria, a cargo del caso iniciado a finales de noviembre. La investigación, de carácter reservado, continúa tramitándose ante este órgano. La Consejería de Sanidad informó de que suspendió cautelarmente de empleo y sueldo al citado médico. El Colegio de Médicos de Las Palmas pidió que "el peso del imperio de la ley" recaiga sobre el facultativo.

En un comunicado, el Colegio solicitó que la investigación y las diligencias judiciales para el esclarecimiento de este caso "sean lo más rápidas posibles", al tiempo que muestra "todo su apoyo y solidaridad" con las víctimas.

Además, la institución se ha puesto a disposición de la Policía Nacional y de las autoridades sanitarias y judiciales para colaborar en todo lo que haga falta.

Se trata "de un hecho aislado, excepcional y abominable, tipificado además como delito", afirma el colegio profesional en su nota.

El Colegio recalca, además, que "los casos excepcionales en los que se pudiera producir una mala actuación del profesional cuentan con su total rechazo y deben ser condenados y desvinculados del trabajo del resto de médicos que sí ejercen su profesión con el máximo respeto y consideración a sus pacientes".