Las forenses que intervinieron ayer en el juicio a V.S. por intentar asesinar a su pareja en Adeje aseguran que nunca habían visto que una persona sobreviviera a un ataque semejante. La mayoría de las lesiones que presentaba la víctima fueron causadas por arma blanca y algún objeto contundente, probablemente una o varias botellas de cristal. En la mano tenía un corte que, por lo visto, se hizo al intentar agarrar el cuchillo.

Las lesiones se localizan en el cuello, tórax, mano izquierda, cabeza y abdomen por donde casi alcanzó al pulmón. Hay tres heridas que pudieron ser mortales de necesidad y si no ocurrió así fue debido a la rápida intervención de los equipos de emergencia. La mujer presentaba una importante y masiva hemorragia tanto interna como externa, por lo que recibió varias transfusiones de sangre.

El acusado declaró que lo único que hizo fue defenderse del ataque de la denunciante, quien se negaba a que volviera a Georgia, país de origen de ambos y donde fueron novios entre 1978 y 1982. Asegura que casi 40 años después la mujer lo localizó por Internet y no paró hasta conseguir que viniera a Tenerife para retomar la relación. "Estuvo más de un año y medio insistiendo para que visitara la Isla, no me dejaba en paz". Finalmente recaló en Tenerife a finales de 2017 y a principios de febrero de 2018 la mujer le propuso matrimonio, aunque solo fuera para facilitarle la estancia en el país. Ambos comenzaron a vivir en la casa que ella tenía en una urbanización de Adeje, pero V.S. decide regresar a su país, lo que no fue aceptado por la mujer. Por ello, el 23 de febrero, tras preparar las maletas y mientras fumaba un cigarro en el balcón, ella cogió un cuchillo y lo atacó mientras gritaba: "Tú no te vas a ningún lado. Eres mío". Su respuesta fue golpearla con una botella de agua y otra de vino. Durante el forcejeo con el cuchillo habría sido cuando le asestó las cuchilladas que casi causan la muerte a la mujer, sin que recuerde exactamente las veces ni los sitios en las que las asestó.