El cadáver de la mujer de 68 años, presuntamente asesinada por su hijo en su casa en el barrio de Argual, en Los Llanos de Aridane, presentaba una grave desnutrición y multitud de traumatismos que le ocasionaron numerosas lesiones.

El hombre, de 45 años, convivía con su madre en el domicilio y padecía graves adicciones a sustancias estupefacientes, según apunta la investigación efectuada por profesionales de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Por ello, el acusado ingresó en prisión provisional sin fianza acusado de los delitos de homicidio doloso y malos tratos habituales en el ámbito de la violencia doméstica.